El arquero de la selección de Portugal, Michael Domingues, 'Mika', es el único portero invicto que queda de cara a las semifinales de la Copa Mundial Sub-20 de fútbol Colombia-2011 y se ha convertido en referente obligado de los jugadores más destacados del torneo.
El guardameta se ha robado las miradas de los curiosos y de la prensa en los entrenamientos que realiza Portugal, en vísperas del inesperado duelo europeo contra Francia por las semifinales este miércoles en Medellín.
Mika acumula 480 minutos sin recibir gol en los cinco encuentros que lleva jugado Portugal, en su largo camino a la antesala de poder disputar una nueva final por un título mundial de la categoría.
El espigado Mika, con 20 años cumplidos en marzo y 1,84 metros, es el héroe del momento en Portugal no solo por su valla invicta sino, en especial, por atajar los dos penales que le costaron a Argentina la eliminación en cuartos el sábado en Cartagena.
"No me siento un héroe. Mi objetivo es mejorar cada día, sueño con ser el mejor arquero del Mundial", declaró a periodistas luego de la dramática victoria lusa por penales 5-4 tras igualar 0-0 en 120 minutos.
El sentido común parece imperar en este joven creyente y de carácter tímido, a quien el éxito no se la ha subido a la cabeza, quizás por saber que en el fútbol los arqueros son los que pueden pasar más rápido de héroes a villanos.
El hecho es que Portugal es la única selección de las 24 que arrancaron la decimoctava edición del Mundial juvenil de la FIFA que puede darse el lujo de no haber cumplido con uno de los rituales sagrados del fútbol: recoger el balón de su valla por recibir un gol.
Esa herejía es señal de victoria para un equipo que, sin ser favorito, se ha colado entre los cuatro mejores del torneo y está en carrera para tentar un tercer título mundial en la categoría para Portugal, algo no visto desde hace 20 años cuando los lusos salieron campeones.
"No hemos venido a este maravilloso país de vacaciones. Hemos venido por el tercer título mundial de Portugal en la categoría, y tenemos los medios necesarios para conseguirlo", aseveró un mentalizado Mika.
Y si quedan dudas de que Portugal puede rendir más y ya no oculta su ambición, pese a su sequía de goles -apenas tres anotados, uno de penal- Mika las despeja: "Hemos llegado hasta aquí como un equipo, y aún no lo hemos dado todo. De nada sirve no recibir goles si al final no levantamos la copa". Mika juega en el UD Leiria de la primera división de la Liga portuguesa, que jugada una fecha está entre los últimos.
La seguridad de la muralla portuguesa tiene además de Mika dos pilares sobre los que se sostiene: Cedric y Nuno Reis, dos baluartes de esa zaga que con gran orden táctico ha construido el DT Elidio Vale.
El choque con Francia de este miércoles permitirá apreciar dos escuelas diferentes donde la solidez defensiva de Portugal hará frente a la capacidad ofensiva de Francia, que acumula 10 goles en cinco partidos. Todo un regalo para los ojos de los aficionados.