En declaraciones a la revista alemana Bunte, el mandamás del máximo ente futbolístico, aseguró que no es ningún corrupto y que es un fiel creyente: “¿Conocen el significado de la palabra que están utilizando? Quien me acuse de corrupto, tiene que demostrármelo en primer lugar. Y eso no lo conseguirá nadie, porque no soy corrupto”, afirmó el dirigente.
“Toda persona tiene alguna parcelita escondida. Pero eso, en mi caso, no tiene nada que ver con el fútbol, sino que se limita a mi vida privada”, expresó Blatter, quien a raíz del escándalo desatado por la justicia estadounidense, mostró el pasado 2 de junio su disposición de dejar el alto cargo.
“Tengo una cruz de oro que fue bendecida por el Papa Francisco. Soy creyente e iré al cielo algún día”, manifestó Sepp Blatter.