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Un seleccionador nacional no solamente se enfoca en el trabajo técnico y táctico de su equipo. Sus funciones van mucho más allá, y en el caso de José Pékerman eso se nota. Desde su llegada a la selección de Colombia el argentino ha liderado un trabajo psicológico con el cual ha logrado alzar la moral del futbolista colombiano, al que le ha integrado un chip ganador y le ha enseñado a competir al más alto nivel. Justamente el trato que da Pékerman al jugador es especial y aunque ante los medios se vea como una persona fría y cerrada, con sus dirigidos es diferente. Se preocupa por sus asuntos personales, les da consejos y está pendiente de detalles. Por eso, para este período de concentración en territorio asiático uno de sus principales objetivos es levantar la moral de Radamel Falcao García, su capitán y goleador, el referente del equipo junto con James Rodríguez y quien en el pasado proceso al Mundial de Brasil 2014 fue uno de los jugadores más determinantes.
“Estoy humanamente a favor de Falcao porque entiendo lo que está sufriendo. Merece las condiciones para poder trabajar mejor, tener su oportunidad y demostrar que está bien. Lo comprendo y siento que necesito apoyarlo. Sé lo duro que es y el mal momento que está pasando”, confesó Pékerman al convocar al delantero del Manchester United para estos partidos contra Baréin y Kuwait. Este martes, Falcao completó su primer entrenamiento con el grupo y se mostró muy contento por este llamado. Aseguró que “venir a la selección es algo especial, vestir esta camiseta genera el mejor orgullo que puede sentir un futbolista y en este momento mucho más”. Y apenas se vistió con los colores patrios su cara cambió. Por estos días su mentalidad está puesta en la selección y, como el profesional que ha demostrado ser, espera aprovechar los minutos de juego en estos partidos amistosos para llegar motivado a Manchester e intentar tener un buen remate de campeonato.
“Sé que se ha especulado mucho, pero tengo que estar tranquilo y saber que estoy bien y lo único que necesito es jugar. No me puedo preocupar demasiado sino que debo estar preparado para cuando se me dé la oportunidad. Trato de comportarme lo más profesionalmente posible. Cualquier futbolista necesita jugar y es feliz por hacerlo, pero yo estoy completamente comprometido con el club. Quedan ocho partidos y cualquier cosa puede pasar. Cuando termine el campeonato me sentaré, haré un análisis y tomaré la mejor decisión para mi futuro”, dijo un sereno Falcao que aparentemente no se ve presionado por el momento que vive en su club y aprovechará estos días junto a sus compañeros de selección, a quienes considera su familia, para tomar fuerzas, volver a sentirse competitivo y marcar goles, que son finalmente el alimento de todo delantero. Seguramente ser titular, llevar la banda de capitán en su brazo derecho y tener la confianza de un técnico como José Pékerman serán elementos fundamentales para que el Tigre vuelva a rugir como en sus mejores días.