La historia del fútbol no volvió a ser la misma desde aquel 22 de junio de 1986. Diego Armando Maradona, para muchos lo mejor que pisó un terreno de juego, realizó dos anotaciones antológicas. Una, la más espectacular vista en una Copa del Mundo; la otra, una picardía propia de una mente brillante del deporte.
Steve Hodge fue protagonista en aquella mítica jugada cuando elevó la pelota con su pierna izquierda, sin imaginar que Maradona impactaría con ‘La Mano de Dios’. Es decir, sirvió de asistidor a Diego. Hodge, quien había enfrentado al argentino con el Nottingham Forest ante el Barcelona en 1983, le pidió la camiseta al 10 en el túnel rumbo a los camerinos tras finalizado el partido y se quedó con una las prendas más valiosas en la existencia del balompié.
“El vestuario era un hervidero y todo el mundo hablaba de la jugada, de cómo nos habían engañado”, contó Hodge en una nota de la revista Líbero, agregando: “Puse rápido la camiseta en mi bolsa”.
El exjugador de la selección inglesa en aquel compromiso por los cuartos de final del Mundial México 1986, reveló en su libro ‘El hombre con la camiseta de Maradona’, que guardó el tesoro por 16 años con ropa normal, antes de donarlo en 2002 al Museo de Preston, el cual se mudó a la ciudad de Manchester con el nombre de National Football Museu, en donde se encuentra exhibida la camiseta aún con el sudor y la inmortalidad futbolística de Diego Armando Maradona.