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Al confirmarse el fichaje de Radamel Falcao García el 1 de septiembre de 2014 al Manchester United, la ilusión volvía a todos los aficionados del fútbol después de las declaraciones del colombiano, quien decía estar “muy feliz de ser parte de este gran club. He estado esperando este momento durante todo el año”.
Con esto, y ante la anotación de un nuevo gol en su regreso a la selección Colombia en octubre frente a Honduras, la esperanza de ver de vuelta al ‘El Tigre’ cada vez era más fuerte. Sin embargo, los meses pasaban y el ‘9’ no contaba con minutos en su club, tanto así que en diciembre su técnico, el holandés Louis Van Gaal, admitía que "para que pueda jugar primero ha de estar en forma". Declaraciones que prendían las alarmas, pues se presumía que el delantero no se había recuperado del todo de su lesión.
Pasaban los meses y mientras el colombiano no jugaba, las declaraciones se tornaban más picantes. El entrenador holandés afirmaba que “si un jugador cuesta 95 millones o 5.000 libras no importa. Tienes que demostrar lo que vales. Tiene que probarse a sí mismo lo que hemos acordado", con clara referencia hacia el samario. Así fue como en marzo de 2015, relegado del primer equipo, Falcao debía irse a jugar con el equipo Sub-21 del United.
De esta manera se iba el año y el único salvavidas para el ariete era cada vez que vestía la tricolor. Con anotaciones en los amistosos contra Barein y Kuwait, y sus ganas de jugar en “un lugar en donde tenga continuidad”, la Copa América de Chile se asomaba como la oportunidad perfecta de cambiar las críticas.
Muy lejos de lo que se creía y esperaba iba a ser la actuación de Falcao en el certamen continental. Los colombianos observaron al jugador que cada rueda de prensa describía Van Gaal. No obstante, una nueva oportunidad llegaba para el ‘9’ en la Premier, se hacía oficial su transferencia al Chelsea.
"Estoy muy contento de unirme a Chelsea y no puedo esperar para empezar a entrenar y ayudar con nuestro objetivo de retener el título de Liga y tener éxito en Europa", manifestaba 'El Tigre' a su llegada a Londres en julio. En esa misma tónica y ante un entrenador como Mourinho que demostrada su total apoyo al colombiano, al señalar que "ha superado su lesión, por eso lo trajimos", se percibía un buen comienzo en la escuadra que esperaba defender el título de la Liga inglesa.
Su debut se daba en agosto frente al Arsenal, si bien el samario tuvo un destacado papel, no pudo evitar la derrota de su equipo y declaraba: “Me tomará tiempo adaptarme al Chelsea".
Con 282 minutos jugados en 8 partidos entre la Premier League y la Capital One, volvía a ser convocado en octubre para las eliminatorias con la selección. Jugaría apenas 35 minutos, repartidos entre los partidos frente a Perú y Uruguay.
Al volver a su club, las cosas no mejoraban, pues debido a los malos resultados del equipo, el puesto del entrenador José Mourinho corría peligro. Siguiendo en este tormentoso camino, en noviembre llegaba una nueva lesión muscular para Falcao, dejándolo por fuera durante varias semanas cruciales para el Chelsea y la selección. De este modo no estaría presente en la anunciada destitución del técnico portugués y en los partidos ante Chile y Argentina por eliminatorias.
A su llegada, el técnico holandés Guus Hiddink, argumentaba que para ver en acción al ´Tigre’ "todavía quedan varios meses, es demasiado. Hablamos de enero y todo febrero; normalmente seis, siete u ocho semanas con un daño grave. La lesión es muy seria". Aunque para el delantero no era para tanto tiempo: “Yo creo que no, va a ser menos. Trabajo todos los días para volver a jugar pronto". Asegurando, además, que esta lesión no tenía nada que ver con la que lo dejó por fuera del Mundial: "Yo de mi rodilla me recuperé, lo que pasa es que desde entonces no he tenido la oportunidad de jugar una temporada entera para recuperar la confianza y volver a ser competitivo".
Transcurrían las semanas y Falcao seguía lesionado, a tal punto que él mismo declaraba: “Decidí no volver a cometer errores y no tener prisa para sanar completamente. Así que tomé el tiempo y seguí pasos necesarios para recuperar el músculo al ciento por ciento. Estoy bien, me siento muy bien a la par con el equipo".
Después de 5 meses y medio, el ‘9’ volvía a tener minutos con el Chelsea. Sería el 9 de abril de 2016 frente al Swansea. Por entonces ya se daba como uno de los peores fichajes de la historia en la Liga inglesa. Así que, con 4 goles en 29 partidos tras su paso por el Manchester United y después de 1 gol en 12 encuentros con los de Londres, se podría aseverar que el futuro del samario iba a estar lejos de la Premier League.
El otro dato que deja el paso de Falcao por Inglaterra
El 9 de marzo de 2010, con el Porto, fue el último partido que Radamel jugó en la Champions League. En su paso por Manchester, el United no competía en este torneo, y con el Chelsea no disputó ningún minuto.