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Corre Radamel Falcao García, como si se tratara de la reencarnación colombiana de Forrest Gump, aquel personaje de novela que Tom Hanks representó en el cine hace dos décadas. Lo hace junto al fisioterapeuta Carlos Entrena, que no lo abandona ni a sol ni a sombra aquí, en la reserva Los Cardales, el búnker de la selección de Colombia. Al menos eso se desprende de la información que surge desde adentro del lujoso complejo donde se aloja el equipo nacional, ya que no hubo contacto con la prensa. Y la pregunta se repite de boca en boca entre los enviados especiales, la misma que se hacen desde La Guajira hasta el Amazonas: ¿podrá llegar El Tigre al Mundial de Brasil?
Como si se tratara de un secreto de Estado, nadie quiere decir una palabra al respecto. El propio Falcao ya le avisó a su entorno que sellara los labios. “Fue un golpe muy duro para nosotros y para él, pero no puedo decir nada más”, le confió a El Espectador un allegado al goleador samario, que llegó a Buenos Aires el sábado, rodeado de misterios. José Pékerman esperará hasta el lunes, día en el que hará el corte definitivo de la lista, para decidir el destino del jugador, que según cuentan en sus alrededores, está haciendo el máximo esfuerzo emocional y físico para meterse entre los 23. En el cuerpo técnico del estratega argentino, en tanto, no quieren hacer especulaciones. Sin embargo, según pudo averiguar este diario, se apoyarán en el informe del médico Carlos Ulloa. “Es un error pensar en el 2 de junio. Lo que se está haciendo es una proyección a futuro para saber en qué condiciones llega a la concentración de São Paulo”, deslizaron desde Los Cardales. Es una decisión fuerte prescindir de la máxima estrella tricolor. En especial, por el deseo del mismísimo futbolista.
La idea de Pékerman es no forzar la situación y que Falcao empiece a tener contacto con la pelota esta semana. Si no lo hizo hasta ahora, se debe a que el entrenador prefirió aguardar entre 48 y 72 horas para que El Tigre se recuperara del largo viaje desde Madrid, donde pasó las últimas semanas, después de ser licenciado por Mónaco, donde sorprendió a todos empezando a tocar el balón. Un síntoma positivo para algunos, una demostración de que Falcao no se quiera bajar del Mundial. Aunque no son pocos los que creen que estará en el póker de desafectados, nadie lo da por marginado como en Francia. Lo cierto es que recién el jueves se cumplieron cuatro meses de la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda y, como mínimo, estas lesiones llevan un tiempo de recuperación de seis a ocho meses.
Si Falcao finalmente es incluido en la nómina mundialista, habrá que prescindir de uno de los seis delanteros. Entre Fernando Muriel y Adrián Ramos estaría el atacante desafectado. Claro que nada está confirmado. Mucho menos, en el hermético reino de Pékerman. De eso no se habla, parece ser el lema respecto a la salud de El Tigre, que quiere rugir en Brasil, aunque nadie asegura que pronto pueda volver a pegar sus zarpazos en la red.
Nuevo ayudante de Pékerman
El sábado, Diego Markic se sumó al cuerpo técnico de José Pékerman. El exmediocampista de Argentinos Juniors, Bari de Italia, Colón y Quilmes fue campeón juvenil con el entrenador argentino. Fue ayudante de campo de Rodolfo Arruabarrena en Tigre y, últimamente, trabajaba como comentarista deportivo. Aquí hará trabajos de campo. En el Mundial será el analista de los rivales de Colombia.
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