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Sufrida clasificación del Real Madrid a cuartos en la Champions

Schalke 04 venció 4-3 al cuadro blanco en el bernabéu pero no le alcanzó para meterse dentro de los ocho mejores de la competición.

El País
10 de marzo de 2015 - 09:37 p. m.
Huntelar celebra uno de los goles en la victoria del Schalke en el Bernabéu. Foto: AFP
Huntelar celebra uno de los goles en la victoria del Schalke en el Bernabéu. Foto: AFP

Al final fueron las paradas de Casillas las que salvaron al Madrid de la catástrofe en una pésimo encuentro del conjunto de Ancelotti, que perdió ante el Schalke en el Bernabéu (3-4), pero sigue adelante en la Champions. Lo mejor del Madrid, además de pasar a cuartos de final, fue el regreso de Modric después de varios meses de lesión. El mediocampista jugó la última media hora y le dio mucho más sentido al Madrid, muy perdido hasta esos instantes. El marcador marcaba un 3-3 en un partido enloquecido, repleto de fallos defensivos de los blancos, corregidos por los goles de Cristiano (dos) y Benzema (uno) hasta un final de infarto tras el tanto de Huntelaard (3-4).

El Bernabéu asistió a la peor primera parte de su equipo en esta edición de la Champions. Perdió el control del centro del campo y se defendió de manera calamitosa. El resultado fue que el Schalke se adelantó por dos veces en el marcador. En la primera, Fuchs aprovechó el desconcierto local para disparar con la zurda y encontrarse con el gol tras un mal despeje de Casillas, que puso las manos muy blandas. El Madrid empató muy pronto al cabecear Cristiano un córner botado por Kroos. El tanto no templó al Madrid, igualmente desnortado en todas las líneas hasta el segundo gol alemán por medio de Huntelaard tras otro rechazo de Casillas. El público clamó contra sus jugadores mientras se acercaba el descanso. Lo arregló Cristiano con otro cabezazo, esta vez a un precioso centro de Coentrão.

Con los dos de este martes, Cristiano Ronaldo alcanza los 78 goles y se convierte en el máximo goleador de las competiciones europeas. Los dos de cabeza, como un síntoma de que CR se ha convertido en los últimos tiempos en un rematador. Regatea y encara menos de lo que solía, pero remacha más y mejor. Desde que comenzó el año, todos sus goles menos uno han sido o de cabeza o de penalti. La excepción fue en tanto en jugada tras el magnífico pase desde la línea de fondo de Benzema ante el Getafe.

El Madrid entró con más ímpetu el segundo tiempo y Benzema, muy desafinado hasta entonces, fintó varias veces antes de marcar el tercero de los blancos. Reconciliado el equipo con su público, Ancelotti dio pase al añorado Modric, que regresaba después de varios meses de lesión. Lo hizo por un desacertado Khedira. También se marchó Coentrão, que acababa de tapar fatal en el remate a gol de Sané, por el titularísimo Marcelo. La participación de Modric, sus pases superando líneas, explicó su importancia en el equipo. El balón circula más rápido y más limpio. Hace mejores a todos los demás. Aunque no evitó un final tormentoso para los blancos, apurados por un Schalke crecido que rozó la eliminación del gigante blanco.

Por El País

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