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Teófilo Gutiérrez y Luis Carlos Ruíz, amigos y rivales

Los delanteros, quienes jugaron juntos en el Barranquilla F. C. y el Júnior, hoy se enfrentarán desde las 7:15 p.m., por Fox Sports, en el Atanasio Girardot.

Luis Guillermo Montenegro / Enviado Especial Medellín
03 de diciembre de 2014 - 03:20 a. m.
Teófilo Gutiérrez, delantero de River Plate.  Luis Carlos Ruiz, delantero de Atlético Nacional. / AFP
Teófilo Gutiérrez, delantero de River Plate. Luis Carlos Ruiz, delantero de Atlético Nacional. / AFP

La amistad nació cuando ambos ya estaban cerca de cumplir el sueño de vivir del fútbol. Atrás habían quedado las canchas destapadas o improvisadas con piedras como arcos, los balones de trapo y las ampollas por jugar descalzos. Ya era el momento de ser verdaderos futbolistas, así fuera en la segunda división del balompié colombiano. Teófilo Gutiérrez y Luis Carlos Ruiz eran, junto a Carlos Bacca, los artilleros más temidos por las defensas del torneo de ascenso. David Pinillos, el técnico del Barranquilla F. C., sabía rotarlos y sacarle a cada uno de ellos el máximo provecho. “Eran goleadores de raza, más o menos anotaban de a 13 o 15 goles por torneo”, recuerda el entrenador barranquillero quien fue una pieza fundamental en sus carreras y hoy (7:15 p.m., por Fox Sports) verá el duelo de ida de la final de la Copa Sudamericana entre Atlético Nacional y River Plate con orgullo, porque dos de sus más aventajados alumnos buscan llegar al escalón más alto de América: Luis Carlos con el club verdolaga y Teófilo con el equipo argentino.

- Así se forjó la amistad

En 2002 Teófilo Gutiérrez fue dirigido por primera vez por David Pinillos, quien era el encargado de uno de los equipos juveniles del Júnior de Barranquilla. Con 14 años, Teo ya era un jugador que llamaba la atención por su visión de juego, su técnica y su capacidad goleadora. Parecía un jugador lento, pero sabía llegar justo al área para definir. Eso le fue suficiente para hacer una rápida carrera por las divisiones menores del equipo costeño. Cuatro años más tarde el goleador estaba en las filas del Barranquilla F. C., equipo filial del Júnior en la primera B. Por pura coincidencia Pinillos nuevamente se cruzó con él y lo puso a rendir. Anotó 33 goles en un semestre y se comenzó a consolidar como la perla de la cantera del cuadro tiburón.

A los seis meses Luis Carlos Ruiz y Carlos Bacca llegaron a hacer pretemporada al Barranquilla. En tan sólo 20 minutos Ruiz llamó la atención de Pinillos y por eso se quedó. Un amigo de Santa Marta le había dicho al entrenador que había un jugador que marcaba diferencia en la Liga del Magdalena y que había que pararle bolas. Por eso lo citó, le dio un peto para que jugara con el equipo B y tras un par de diagonales y una definición exquisita habló para que Ruiz fuera inscrito en el equipo. “Le vi sus movimientos, su gran condición técnica, muy buen juego aéreo y gran estatura. Lo fichamos y rápidamente dio resultados”, recuerda Pinillos.

Desde los primeros entrenamientos juntos se veía que entre Bacca, Teo y Ruiz había química. Se entendían en la cancha como si llevaran años jugando en el mismo equipo. Cuando dos estaban en punta, el otro se hacía un poco más atrás, claro que en partidos oficiales muy pocas veces formaron los tres al tiempo, lo que se hacía era que se rotaban los tres la titularidad al frente del ataque. Esa cercanía no se dio sólo en la cancha, fuera del terreno se volvieron muy unidos y junto con sus familiares compartían planes en común. Cuando no había juego se iban a la playa a relajarse.

Ya en 2004 el primero en dar el salto a la primera división fue Teo. Miguel Ángel El Zurdo López acababa de asumir como DT del Júnior y le preguntó a Pinillos el nombre de un delantero que pudiera reforzar al equipo. La respuesta fue certera: “Hay un pelao muy bueno, se llama Teófilo Gutiérrez”. ¿Lo alcanzas a conseguir para el partido amistoso de mañana en Santa Marta?, preguntó López. “Claro que sí”, respondió Pinillos. Madrugó a las 5:30 de la mañana, cogió un taxi y se fue hasta el barrio La Chinita de Barranquilla a buscar a Teo. Llegó a su casa, lo encontró dormido y le avisó de la oportunidad. En cuestión de minutos se alistó y partieron con rumbo a Santa Marta. Gutiérrez jugó unos minutos y marcó gol, lo que fue suficiente para que El Zurdo le diera el visto bueno para ser inscrito por el Júnior.

Con Ruiz el caso fue similar. Era 2007 y el técnico del momento del equipo tiburón era Santiago Escobar, quien ascendió a un grupo de jugadores del Barranquilla F. C., entre ellos Vladimir Hernández y Luis Carlos Ruiz. A pesar de nunca meterse en el corazón de la hinchada como sus amigos, Teo y Bacca, llegó a ser dos veces campeón con el equipo costeño y eso le fue suficiente para pasar al fútbol internacional (Shangái Shena, de China), donde no tuvo suerte y volvió a Colombia para jugar en Atlético Nacional y ahora está cerca de lograr su primer título internacional. “Es una realidad desde hace mucho tiempo, lo demostró en Júnior y me alegra que esté atravesando por este buen momento”, reconoció Teófilo Gutiérrez, quien a pesar de la distancia sigue manteniendo una buena relación con sus socios de ataque en aquel Barranquilla. Por su parte, Ruiz se mostró emocionado de enfrentar a su viejo amigo y aunque le desea una buena presentación en la final, espera que los verdes sean los que alcen la copa. “Va a ser lindo jugar frente a él, ha sido un referente para mí”. Esta noche uno de ellos sacará ventaja de cara al juego definitivo el próximo miércoles en el estadio Monumental de River. Nacional tiene la obligación de comenzar con pie derecho en su casa. 

lmontenegro@elespectador.com

@luisguimonte

Por Luis Guillermo Montenegro / Enviado Especial Medellín

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