Un coreano aficionado al fútbol y a su selección, llegó a Medellín para ver los partidos de su equipo en el Mundial de Fútbol Sub-20. Luego de recorrer varios hoteles de la ciudad en el taxi que lo recogió en el aeropuerto y de no hallar habitación disponible, el conductor del carro le ofreció su casa.
El extranjero sorprendido por la inexplicable amabilidad de este humilde conductor no dudó en aceptar su ofrecimiento. Tres días fueron suficientes para que este coreano se enamorara de la gente de Medellín y para conocer los lugares mas representativos de la capital paisa. Ahora disfrutará con esta familia de la Feria de las Flores y del Mundial Sub-20.
El coreano asegura que nunca había sido tan bien atendido en los países que ha visitado y contará su historia a todos sus amigos.