Pasé momentos muy difíciles: Andrés Romero

Andrés Romero, tercero en el Abierto Británico de 2007. / Óscar Pérez

Como todo niño, Andrés Romero soñaba con dedicar su vida a la práctica deportiva. En su natal Tucumán (Argentina) pasaba las tardes jugando con una pelota y con las ramas de los árboles que hacían de palos en la única cancha que tenía su barrio: el fútbol y el golf son sus grandes pasiones. “Creo que elegí muy bien el deporte. Soy golfista desde muy joven y en mi mente sólo existe ganar”.

Pero una tarde de 2015 el destino cambió en la vida del Pigu, como le dicen desde niño. La rabia se apoderó de él y tras un boggey en el hoyo 14 le pegó a un aviso publicitario y se fracturó la mano, además de perder su tarjeta del PGA Tour. Fue en el Barracuda Championship, y desde ahí tuvo que volver a empezar para estar de nuevo en la élite del golf.

Ahora se encuentra en Bogotá para jugar el Colombia Championship y espera que este sea el punto de partida para volver a los grandes torneos. Es una de la figuras del torneo más importante del Web.Com, que se realiza en Latinoamérica.

Tras tantos años sin venir, ¿cómo siente su regreso a Colombia?

Estoy muy contento de estar acá otra vez. En 2003 gané un torneo en Medellín y tengo muy buenos recuerdos. La gente siempre me ha tratado muy bien y eso me pone más feliz aún.

¿Cuáles son sus expectativas para el Colombia Championship?

Quiero ganarlo y seguir disfrutando de jugar el golf.

¿Se siente favorito?

Muchos así lo consideran. Yo creo que puedo ganar cualquier torneo, eso siempre lo he pensado desde que empecé a jugar este deporte. Me gustaría ganar, y más acá, en Colombia, donde la gente les hace mucha fuerza a los latinos.

Tras su lesión, ¿como está golfísticamente para la temporada?

Estoy recuperado en 100%. Ya pegué mis primeros tiros y tengo muy buenas sensaciones. Dejar de jugar me sirvió para que mis golpes no sean tan mecánicos, sino más automáticos.

¿Cómo va el proceso de volver al PGA?

Sé que estaré de vuelta en el circuito, de eso no tengo dudas. Me tengo mucha fe y estoy trabajando para ello.

Ahora que tiene que volver a recuperar la tarjeta, ¿se siente un novato?

La verdad que sí. No conozco a la mayoría de los jugadores, las canchas son nuevas para mí, nunca jugué el Web.Com. Aunque me siento cómodo y estoy disfrutando este momento, extraño mucho los torneos del PGA.

¿La lesión en su mano fue el castigo justo por su reacción en el Barracuda Championship?

Ha sido el peor castigo que he recibido en mi vida. Estar seis semanas sin jugar y ver los torneos por televisión es muy complicado. Yo mismo me quité esa oportunidad de jugar. Toqué suelo y ahora sólo me queda arrancar de nuevo y con más ganas.

¿Pensó en dejar de jugar?

Pasé momentos muy difíciles, pero mis amigos y familiares me apoyaron todo el tiempo. Trabajé con un psicólogo que me ayudaba a pensar más en los momentos complicados. Es fundamental tener gente de confianza alrededor.

De niño sufrió nefritis (inflamación de un riñón). ¿Qué le dejó ese momento?

Fue muy feo. Tener ocho años y no poder levantarse de una cama es muy difícil, aunque me enseñó a valorar la vida.

¿Cómo es el paso de caddie a jugador?

Aprendí mucho en esa etapa. Gracias a este paso, hoy soy como soy. El camino hasta llegar acá fue muy duro. Supe el valor de conseguir las cosas por cuenta propia.

¿Cómo es su relación con Camilo Villegas?

Entre los latinos siempre hemos tenido muy buena relación e intentamos estar siempre juntos en los hoteles durante los torneos. Camilo siempre está invitado a los asados que hacemos los argentinos.

Su otra pasión es el fútbol...

Sí, soy hincha de Boca Juniors. Soy amigo de Carlos Tévez. En una oportunidad me llevó los palos durante un torneo. No fue mi mejor día, pero nos sacaron muchas fotos (risas). De él aprendí que para ser el mejor del mundo toca superarse cada día.