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"Hay que dejar la última gota de sudor": Diego Forlán

El delantero del Atlético de Madrid habla de la gran final de este domingo (2:00 p.m., Gol Caracol) de la Copa América entre Uruguay y Paraguay.

Daniel Avellaneda
23 de julio de 2011 - 09:00 p. m.

Es el símbolo de esta selección de Uruguay que se ha transformado en el candidato natural a ganar la Copa América. En especial, después del éxito ante Argentina, el equipo anfitrión. Por su carisma y por el alto nivel que mostró en el Mundial de Sudáfrica, donde la prensa especializada lo eligió como el mejor futbolista del torneo, Diego Forlán es la máxima figura de los charrúas. Y aunque el capitán es otro rubio, su tocayo Lugano, el delantero es la cara de la celeste. Por eso fue elegido por el gobierno de su país para hacer una publicidad apuntada a promover el turismo. Goleador del Atlético de Madrid, tendrá mucha incidencia en esta final, más allá de que todavía tiene una cuenta pendiente en este certamen: quebrar la racha negativa y poder gritar gol.

¿No lo preocupa que a esta altura no haya podido marcar un gol?

No. Ya lo dije y voy a insistir: estoy tranquilo con mi juego. No estoy haciendo goles, pero el equipo está en la final. Si ganamos la Copa y no hago ningún gol, voy a ser el más feliz de todos los uruguayos.

¿Esa falta de contundencia tiene que ver con jugar algo más atrás de lo habitual?

Estoy atravesando un momento de la carrera y de la vida diferente. Me toca estar un poco más atrás en el equipo, cumpliendo una función distinta a la que habitualmente hacía. Con los años de fútbol, uno va formando un estilo y se puede adaptar a cualquier puesto.

¿Y cómo evalúa este momento de la selección?

Estamos bien, compenetrados en el objetivo de ser campeones. Sabemos que el partido no será fácil. Pero tenemos que estar orgullosos de lo que hemos hecho.

¿Y cuál es el secreto de este buen rendimiento de la selección?

Esta selección viene trabajando desde hace muchos años juntos. Han llegado nuevos jugadores, se han integrado y estamos todos bien. Dentro de lo humano y lo profesional es uno de los mejores grupos que me han tocado.

¿El mayor impulso se lo dio el triunfo ante Argentina?

En este tipo de torneos, si querés pasar de fase, en algún momento te vas a tener que enfrentar con equipos como Argentina. Es un gran rival y un partido que uno de chico siempre soñó. Éramos visitantes de verdad. Todos estaban en contra nuestra y encima jugamos un rato largo con uno menos. Por eso el triunfo fue algo de lo que nunca me voy a olvidar. Lo festejamos mucho.

¿Se puede comparar esta campaña con la del Mundial?

En lo personal, lo del Mundial fue espectacular. Se festejó, lo disfrutamos, pero hoy es diferente. Estamos jugando una Copa América, que es complicada. Y nadie te regala nada. Se viven cosas similares, pero es otra etapa. Lo bueno es que se sigue disfrutando del fútbol.

¿Cómo se juega la final? Luis Suárez dijo que había que hacerlo “con el cuchillo entre los dientes”...

Y sí, hay que dejar hasta la última gota de sudor. Hasta aquí, hemos dejado todo. Nos queda un partido y tenemos que entregarnos como nunca.

¿Encontró un socio en Suárez?

Luis es un fenómeno como jugador y como ser humano. Nos llevamos bien dentro y fuera de la cancha. Hay una amistad y eso lleva al entendimiento. Creo que nos hemos complementado muy bien para darle desequilibrio al ataque y un buen respaldo al resto de los compañeros en todas las líneas de la cancha. Y me hace feliz que él pueda anotar los goles que no estoy pudiendo hacer yo.

Habla de amistad, ¿la unidad del equipo es la clave del éxito?

Nos conocemos hace años. Por eso, esa armonía que se genera dentro del vestuario se extiende a la hora de salir a jugar y defender el prestigio de la selección.

¿Qué es lo que más destaca de Paraguay?

Es un rival duro, de los más complicados. Tiene un buen juego aéreo y hay que cuidarse. Además, se defiende bien. Tenemos que ser oportunos para definir las posibilidades que se nos presenten.

¿Llegan como favoritos?

No, para nada. Los dos equipos llegaron a la final y por algo estamos acá, ¿no? Paraguay será complicado como todos los rivales que hemos enfrentado en esta Copa América. Todo se ha emparejado, este torneo lo ha dejado muy claro.

No quiere hablar de su separación de Zaira Nara, la modelo argentina que fue su novia. Tampoco de los problemas que tuvo con Quique Sánchez Flores, técnico del Atlético. Sólo dice que “yo nunca tuve problemas con nadie, no sé por qué no me saludaba en las últimas semanas”. Y sabe, además, que no tendrá tiempo de celebrar, en el caso de que se corone campeón. Mañana tendrá que viajar a España para unirse a los ‘colchoneros’, que empezarán a definir la fase previa de la Liga de Europa. Claro que eso será dentro de 24 horas. Hoy, desde las 2:00 de la tarde, Forlán intentará volver al gol para que Uruguay pueda gritar campeón. Igual que en 1995, cuando dio la vuelta olímpica por última vez.

Ventaja histórica para los charrúas

Las selecciones de fútbol de Uruguay y Paraguay, que jugarán hoy en Buenos Aires la final de la Copa América, se han enfrentado 24 veces por el torneo continental con amplio dominio del equipo celeste.

Uruguay venció a Paraguay en 13 ocasiones y sufrió seis derrotas, mientras que se registraron cinco empates. Uruguay marcó 50 goles en esos choques y Paraguay hizo apenas 32.

Sin embargo, la de hoy será la primera vez que ambos equipos se crucen en una final del torneo de selecciones más antiguo del mundo, con 95 años de existencia y que se disputa desde 1916.

El último partido entre ambos por Copa América se remonta a los cuartos de final de Perú 2004, en el que los celestes se impusieron por 3-1.

 

Por Daniel Avellaneda

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