La Fundación de James Rodríguez: Por medio del fútbol enseñamos valores

El futbolistas colombiano y su madre Pilar Rubio le ayudan a niños de Ibagué y Barranquilla a cumplir sus sueños. “No formamos profesionales, sino seres humanos”, dice.

Pilar Rubio*
24 de marzo de 2017 - 10:00 a. m.
La Fundación de James Rodríguez: Por medio del fútbol enseñamos valores

La Fundación Colombia Somos Todos – James Rodríguez se basa en el anhelo de construir, por medio del deporte y los sueños, en un país con derechos y valores para los niños, porque mi hijo y yo estamos convencidos de que ellos son nuestro tesoro y futuro. Nos imaginamos formar una sociedad que contribuya a la realización personal y que sea un aporte positivo.

Esta idea surgió en 2011 cuando James acababa de llegar a Argentina para jugar con Banfield. Un día de vacaciones él viajó a Ibagué, donde se formó como persona y futbolista, e invitó a sus amiguitos de infancia a jugar un partido. Se dio cuenta de que a muchos de ellos, que tenían talento en la cancha, les había tocado dedicarse a hacer otras cosas diferentes porque no contaron con el suficiente apoyo, ya sea económico o de la familia, para ser deportistas.

Al ver esa situación tan triste, a él le quedó un sin sabor y me dijo: “Mami, tenemos que hacer algo para ayudar a las personas de mi ciudad, poder darles un poquito de esas bendiciones que Dios me está dando a mí”. Buscamos cómo podíamos contribuir a que cumplieran sus sueños y nos dimos cuenta de que la mejor solución era por medio de una fundación y así surgió Colombia Somos Todos.

Logramos conseguir un patrocinador, que fue Bancolombia, e iniciamos con un grupo de 12 niños, con los que aún tenemos la fortuna de contar, pero necesitábamos más. Me tocó ir empresa por empresa para contarles el proyecto de nuestra fundación, que es por medio del deporte ayudar a los niños a tener una inclusión social, a distraerlos de tomar un rumbo diferente en su vida y a que crecieran personal y mentalmente, porque jugando es cuando más se aprende. Necesitaba convencerlos para que me ayudaran.

En esa búsqueda tuve un mal momento con una corporación, la cual no me interesa decir el nombre, porque al contarles de la idea fueron dando el dinero sin importarles de qué trataba la fundación, sólo lo hacían porque debían aportar a una labor social. Yo les devolví lo que me habían dado y les dije que no estaba interesada en un financiamiento así. Y ahora que veo cómo hemos progresado, me doy cuenta de que fue lo mejor y James me apoyó.

Seguimos como por uno o dos años sólo con Bancolombia ayudando a nuestros 12 niños. Posteriormente, la selección Colombia tuvo la fortuna de participar en el Mundial de Brasil 2014 y James logró tener una actuación destacada. Gracias a eso, todo el mundo comenzó a conocerlo y a hablar de él y se enteraron de que existía la fundación. En ese momento nos llovieron las ofertas económicas. Ahora tenemos el apoyo de Fundación Tecnoglass, con James Town, Adidas, la Universidad de Columbia, Fundación Payé, Functional Foods (que es la empresa del agua y el energizante 10Gold).

Al ver el cambio tan lindo que han tenido nuestros pioneros, decidimos ampliar el proyecto, que inicialmente era un programa de inclusión social, donde por medio del fútbol les enseñamos a los niños valores, los resocializamos en el tema de convivencia. Ahora nos enfocamos en que no sólo sea este deporte, sino en la profesión que el niño escoja, resaltando los valores. Acá pueden ser muy libres en sus elecciones, el único requisito que tenemos es que los papás sean parte fundamental de este proceso.

Con el paso del tiempo se nos fueron acercando más y más niños para formar parte de nuestra fundación, tanto así que sólo en Ibagué sumamos 280 integrantes. Por eso decidimos abrir un punto en Barranquilla, con la ayuda de la Fundación Tecnoglass y ya somos 100.

Lo más gratificante de todo este proceso ha sido ver sus sonrisas cada vez que voy, que habitualmente es una vez al mes. Ellos suelen darme las gracias, pero yo se las doy a ellos por enseñarme tantas cosas que uno a veces olvida, porque acá no formamos profesionales, sino seres humanos.

Esta fundación y el poder sembrar un granito de arena en la construcción de un mejor país nos cambió la vida a James, a nuestra familia y claro que a mí.

*Madre de James Rodríguez, jugador de la selección Colombia y del Real Madrid. 

Por Pilar Rubio*

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