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La reina Isabel II, la familia Windsor y el torneo de Wimbledon

Tras la muerte de la monarca Isabel II, recordemos cómo la realeza británica dio origen a una de las tradiciones más importantes en el tenis: sus visitas a Wimbledon.

Valerie Cortés Villalba
08 de septiembre de 2022 - 11:34 p. m.
Althea Gibson y la reina Isabel II, 1968.
Althea Gibson y la reina Isabel II, 1968.
Foto: Archivo Particular

¿Por qué miembros de la familia real inglesa visitan la tribuna de Wimbledon, el campeonato de tenis más antiguo del mundo? ¿Alguna vez la recién fallecida reina Isabel II estuvo en el público? ¿Cómo se fundó esta tradición?

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El tenis, conocido como “el deporte de los reyes”, llegó a Inglaterra en el siglo XVI bajo el nombre “royal tennis” (tenis real) y ahí se fundaron las características que moldearon al deporte como lo conocemos hoy en día. De hecho, el rey de Inglaterra Henry VIII, conocido por el establecimiento de la Iglesia anglicana de Inglaterra y por sus esfuerzos para anular su matrimonio con la reina Catalina, era un jugador asiduo del tenis. Tanto que ordenó la construcción de la cancha real de tenis “Hampton Court Palace” en 1526, donde practicaba esta disciplina con otros monarcas. Era un juego exclusivo de la realeza y de las personas más adineradas.

Con los años, las raquetas fueron incluidas en el tenis (antes se jugaba con las manos) y el puntaje para ganar ya no era sobre 15, sino se configuró la secuencia de 30, 45 y luego, 40 puntos. En aquella época el tenis se jugaba en canchas cerradas con paredes altas, una red en la mitad y marcas en el piso para delimitar el espacio de juego.

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En 1877 se juega por primera vez el torneo que le da el origen a lo que conocemos hoy como Wimbledon. El anuncio se hizo en una revista llamada The Field, donde se publicó un mensaje en el que el club “All England Croquet and Lawn Tennis” (ubicado en el sector de Wimbledon de Londres, Inglaterra) proponía una competencia abierta a todos los amateurs el 9 de julio de aquel año.

Esa fecha asistieron 22 hombres (no se permitía el ingreso de mujeres), quienes pagaron un euro por la entrada a la competencia. Este encuentro de jugadores principiantes fue popularizándose en las clases más altas de Inglaterra y la cita era cada año en el club de Wimbledon. En 1880 por primera vez se organiza la competencia para mujeres y se consolida una de las reglas protocolarías más estrictas del torneo: todos los participantes debían vestir prendas blancas. La razón era que este color atenuaba el sol intenso en verano y disimulaba las marcas de sudor, que era algo mal visto en las clases altas inglesas. A hoy se mantiene este código de vestimenta.

En 1907, la primera aparición de la realeza en este torneo lo hizo el príncipe de Gales, nieto de la reina Victoria, y la princesa María (quienes se convertirían en reyes en 1910). Este fue el inicio de una tradición que se mantiene casi 115 años más tarde. Según cuenta un historiador de tenis, Bruce Tarran, la razón de la visita fue que el príncipe de Gales era amigo de la infancia del secretario del club Wimbledon, George Hillyard. Aquel día el nuevo secretario invitó a su amigo a entregarle el trofeo a los ganadores y a ser el presidente del club.

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Una vez Jorge V ascendió al trono como rey de Inglaterra, se le nombró como patrono del club All England. De esa forma, según cuenta Tarran, se consolidó la tradición de que todos los monarcas tendrían este título.

El padre de la reina Isabel II, el rey Jorge VI y sucesor de Jorge V, compitió en 1926 en el campeonato de Wimbledon. Sin embargo, perdió en la primera ronda y no volvió a jugar.

Wimbledon se dejó de jugar durante los años de la Segunda Guerra Mundial y las canchas fueron usadas para atender enfermos y brindar servicios médicos. Luego, la cancha central fue bombardeada y se reparó hasta 1947.

Después del fin de la Segunda Guerra Mundial, y de la muerte del rey Jorge VI, en 1952, la reina Isabel II ascendió al trono real y fue nombrada como patrona del club All England. La reina mantuvo la costumbre de su abuelo y asistió a las finales más memorables de Wimbledon.

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Las más recordadas fueron en 1958 cuando ganó Althea Gibson; en 1968 cuando Rod Laver se quedó con el trofeo; en 1977 cuando la inglesa Virginia Wade ganó el título femenino, y volvió 33 años después, en 2010, para entregar el trofeo del título masculino a Andy Murray. Aquel día la reina Isabel II saludó a las figuras más importantes del tenis mundial, entre ellas Novak Djokovic, Roger Federer, Serena Williams, Andy Roddick, Venus Williams y Caroline Wozniacki.

Actualmente, el título de patrona del club All England lo posee Kate Middleton, esposa del nieto de la reina Isabel II, William. La duquesa cumple con esta tradición real desde 2016. Además, el príncipe Eduardo, duque de Kent y primo de la reina Isabel II, ha ocupado la presidencia del club All England desde 1969 hasta hoy.

Esta tradición se mantiene además porque la familia real tiene un palco reservado con capacidad de 80 personas para los miembros e invitados de la realeza. Allí hasta la princesa Diana de Gales asistió al torneo con sus hijos.

En julio de este año, el príncipe William y su esposa Kate Middleton, quienes en un futuro podrían llegar a ser reyes, cumplieron con la cita anual de la casa real en Wimbledon. Allí llevaron por primera vez a su hijo, el príncipe Jorge, a su primer partido de tenis como heredero al trono. Así se mantiene vivo el vínculo de la monarquía británica con el deporte de los reyes.

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