Mascherano: "La capacidad de liderazgo de Guardiola es un don"

El argentino exalta a su entrenador, que este viernes se despide del Barcelona en la final de la Copa del Rey frente a Bilbao. (3:00 p.m. Directv).

Luis Martín / Especial de El País
24 de mayo de 2012 - 05:07 p. m.

Para Javier Mascherano la final de hoy de la Copa del Rey es de lo más emotiva: no sólo despiden a Josep Guardiola, sino que enfrente estará Marcelo Bielsa, un hombre decisivo en su vida. Tan práctico como en el campo, defiende la idea de que terminar esta temporada con un título es la mejor manera de empezar bien la próxima.

¿Afronta la final como un partido especial?

Sí. Por un lado está Bielsa, y por el otro es el adiós de Pep. Tiene su punto de emotividad. Para nosotros la final cierra un ciclo prácticamente perfecto: por los títulos, por cómo se lograron y por todo lo que deja la manera de hacer. Pero las finales están para ganarlas y este equipo tiene con qué.

No tuvo para ganar la Liga...

Pero sí dio para ganar tres títulos, aunque parece que nadie los recuerda. Rendimos para ganarla y hubiéramos sido campeones en cualquier otra liga. Pero el Madrid sumó 100 puntos y bien merecido tienen el premio.

¿Cómo aceptó el adiós de Guardiola? ¿Lo sorprendió?

La esperanza de que siguiera siempre estuvo ahí, aunque cuando pasó febrero y no respondió... nosotros pensamos que quizás dentro del campo podríamos convencerlo de seguir, pero no.

¿Cree que el equipo pudo hacer algo más para convencerlo de lo contrario?

No era una decisión que pudiéramos cambiar. Jamás en mi carrera he visto que un vestuario siguiera a un entrenador con tanta fe; lo que él dice, va a misa. Calculo que va a ser difícil que se vuelva a dar. Pep tiene una capacidad de liderazgo que es un don. Las razones por las que se va son claras: el agotamiento, el cansancio, disfrutar de otras cosas. Se exigía mucho, tiene hijos pequeños y deseará verlos crecer y disfrutar más tiempo con ellos, es normal. Le vendrá bien bajar la pelota al pasto y cargar de nuevo las pilas. Vivir las 24 horas por tu club es agotador. Y más en su caso. El Barça es su casa y el desgaste es el triple, porque trabajar en el club donde naciste es duro emocionalmente.

¿Qué le deja Pep?

¡Mucho! Estamos hablando de uno de los mejores, si no el mejor. Siempre sale con una sorpresa o un detalle que te da el partido. Es el entrenador que más me ha marcado, junto con Bielsa. Para mí ha sido un quiebre en mi carrera. Llegué a Barcelona con 26 años y descubrí que había otra manera de jugar al fútbol. Por cómo te explica las cosas, por cómo le habla al jugador, por la capacidad para liderar un grupo y mantenerlo durante cuatro años al máximo nivel. Todo eso ha sido básicamente por su capacidad como entrenador.

¿Cómo valora el nombramiento de Vilanova?

En la realidad son los jugadores los que tenemos que hacer que sus ideas sean buenas en el campo. Él puede tener las mejores ideas, como cualquier entrenador, pero los jugadores tenemos la responsabilidad de llevarlas a cabo. Aunque Tito es capaz de asumir el relevo. En estos cinco años ha sido una pieza importante de este ciclo. Sinceramente, desde que llegué, vi más a una dupla que a un segundo. El ‘míster’ le consultaba muchísimo, y cuando a Tito le pasó lo de su enfermedad, se le extrañó porque es un entrenador que ve bien el fútbol y sabe mucho, aunque siempre se haya mantenido lejos de los focos.

Guardiola lo convirtió en defensa. ¿Cómo lo convenció?

Soy consciente de que si no hubiese sido por Guardiola, no hubiera logrado jugar en el Barcelona como mediocentro, y mucho menos de central... Me llenó de conceptos cada día. Este club es el más exigente por todo, te reclama un plus. No sé por qué no he tenido esa sensación de reto, de exigencia, en ningún otro equipo. Lo de jugar en defensa ni siquiera me lo dijo. Había jugado un rato en Almería y teníamos que ir a disputar la vuelta de la Champions a Ucrania, y no sé por qué intuí que iba a jugar de central. De hecho, no lo entrenamos ni me dijo nada, pero en la formación me puso de central y al final de la charla me dijo algo que no olvidaré nunca: “Cuando seas entrenador, vas a querer poner a todos los centrocampistas; es la mejor manera de que el equipo juegue bien”.

¿Por qué lo marcó Bielsa?

Por muchas razones. Él me dio la oportunidad de jugar con Argentina antes que en mi club. Yo era parte del grupo que usaba para los amistosos, en el que estaban Gonzalo, el del Villarreal, Zabaleta y Pisculichi, que jugó en el Mallorca. Éramos un grupo de jugadores de 17 y 18 años que hacíamos gira con la selección y fuimos al Mundial. Después de la derrota en Japón-Corea, con toda la prensa en contra, se animó a agarrar un jugador que ni siquiera había jugado en Primera División y lo puso en la selección. Tenía mucho más por perder que por ganar y se la jugó conmigo. Algo así como lo que hizo Guardiola con Busquets. Le estoy agradecido.

Pues uno de los dos llorará hoy...

Yo quiero ganar este título, sería un broche perfecto y la mejor manera de encarar la próxima temporada. Desde el sentimiento, uno quiere ver a Marcelo ganando títulos, porque el fútbol con él ha sido demasiado injusto a la hora de premiarlo, porque ha merecido mucho más de lo que ha ganado. Pero quizás su mayor triunfo ha sido dejar su impronta en cada equipo y cada jugador que ha entrenado.

No creo que le baste. Bielsa quiere la Copa.

Seguro. Pero lo mejor que le puede pasar a un entrenador es que sus equipos sean reconocidos por el estilo. Un equipo es el reflejo de lo que quiere un entrenador, y Bielsa ha cambiado al Athletic en cuatro meses. Eso es fantástico. Como argentino uno se siente orgulloso. Su mayor virtud es que saca el 100% del jugador.

¿Se imagina a Messi con Bielsa?

Sí. Si hay algo que Marcelo no te impide es jugar al fútbol más allá de la exigencia que él reclama de un equipo dinámico, que vaya a mil por hora. A Bielsa le gusta el buen fútbol y que su equipo juegue bien. Visto desde nuestro lado, no hay equipo que nos exija más que el de Bielsa. Si bajas un poco, estás muerto. Te presionarán en todos los sectores del campo, será una pelea casi hombre a hombre, uno a uno. Pero estamos listos para vaciarnos; creo que es la única manera de responder a un equipo de Marcelo Bielsa.

Por Luis Martín / Especial de El País

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