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La muralla del Chelsea

El club londinense pegó primero en la ida de la semifinal de la Champions League. La próxima semana se jugarán los partidos de vuelta.

Redacción Deportiva
18 de abril de 2012 - 08:33 p. m.

No fue muy pretencioso. Le bastó con ser paciente. Un contenido Chelsea esperó al Barcelona ayer en el juego de ida de la semifinal de la Champions League, en Stanford Bridge, y una llegada clara de gol le bastó para definirlo. No temió ser aparentemente inferior, filosofía que fue suficiente para que en un contragolpe Didier Drogba le diera el triunfo 1-0.

Las estadísticas eran claras: hace 241 partidos consecutivos que el Barcelona lleva ganándoles la posesión de balón a sus rivales (casi cuatro años). La noche de ayer, en Londres, no fue la excepción. Los visitantes se impusieron con un 72% de control de balón sobre un 28% de los locales.

Pero el equipo de Guardiola no fue superior en contundencia. Extrañamente Messi, finalizando el primer tiempo, perdió un balón con Frank Lampard en la mitad de la cancha y éste filtró una diagonal perfecta para el brasileño Ramires, quien habilitó casi en el corazón del área a Didier Drogba. El marfileño no especuló y sumó su gol número 11 a equipos españoles y 38 en todos los juegos de Champions. Esa única opción del Chelsea en el juego pesó más que el balón que estrelló Alexis Sánchez en el palo (9’) y tres remates fortísimos de Fábregas, Messi —de cabeza— e Iniesta evitados por Cech. El portero checo, sin duda, fue la figura; de hecho a los 87’ llegó al rincón del palo derecho a sacar un cabezazo de Puyol.

Es que así como Bayern Múnich es la bestia negra del Real Madrid, Chelsea es la del Barcelona. Los números lo avalan: de los 55 clubes que ha enfrentado Guardiola, el único al que no pudo superar fue al de Stanford Bridge.

Además, Messi nunca le marcó a este equipo y en tierras inglesas sólo marcó un gol (al Manchester United en Wembley 2009), en 21 partidos con Barcelona y la selección de Argentina. Esa esterilidad del club catalán se vio reflejada en el balón que estrelló en el último segundo el ingresado Pedro y el posterior rebote que desperdició increíblemente Busquets bajo el arco.

El triunfo fue el premio a la capacidad de resistencia. Al orgullo de Ramires y el portugués Raúl Meireles para anular a ‘Lio’ en 90 minutos. Así en los últimos minutos el DT italiano Di Matteo les enviara como auxilio al nigeriano Mikel y ordenara a Drogba que reforzara la segunda línea.

La veta más conservadora que se le ha visto al club inglés en mucho tiempo, le sirve para depender de sí mismo. La próxima semana en el Camp Nou tendrá la sartén por el mango y seguramente será un partido con muchas ataduras.

Por Redacción Deportiva

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