Doce jugadoras Top-100 fueron presentadas ayer en Bogotá como las principales atracciones de la próxima Copa BBVA Colsánitas, que empezará el 11 de febrero en el Centro de Alto Rendimiento de la capital. Una de ellas habló con El Espectador: la bella argentina Gisela Dulko, exnúmero uno del mundo en dobles el año pasado, junto con la italiana Flavia Penetta. Esposa del futbolista argentino de la Roma italiana Fernando Gago e hincha ferviente de Boca Júniors, esta bonaerense, que cumplirá 27 el próximo lunes, habló de su carrera de 11 años en el circuito profesional.
¿Cuál es la clave de la pareja Pennetta-Dulko?
La amistad. Gracias a eso sabemos cómo ayudarnos en los momentos importantes del partido.
¿Cómo es la comunicación dentro de la cancha?
Nos conocemos tanto que a veces no hace falta hablar para saber lo que pensamos. En cuanto al idioma, hablamos en español, porque Flavia lo habla perfecto. Ahora también estamos hablando en italiano bastante, porque estoy aprendiendo de a poco.
¿Qué significó el primer título de Grand Slam, el año pasado en el Abierto de Australia?
Fue un momento único, algo que nunca imaginé que me podía pasar. Va a ser muy bello poder compartirlo con mis hijos el día de mañana.
¿Cuando inició su carrera como tenista se propuso competir más en dobles que en sencillos?
No, para nada. Siempre entrené y pensé que iba a triunfar en sencillos. Mi prioridad estuvo marcada en eso. Los dobles eran algo que lo hacía por diversión y al mismo tiempo tenía muy buenos resultados. Fue un orgullo ser la número uno en dobles, más que nada por conseguirlo con una amiga mía. Tuvimos, por ejemplo, un 2010 espectacular, tras ganar seis torneos y el Master.
¿Por qué consiguen esos logros?
Nunca bajamos los brazos y creímos siempre que teníamos posibilidades. Igualmente lo nuestro se dio muy natural, empezamos a jugar por la amistad que tenemos y la química fue increíble. En la cancha nos divertimos mucho y aparte de eso logramos muy buenos resultados.
¿Con quién del circuito le hubiera gustado hacer pareja?
Con Martina Hingis. Tenía un talento impresionante.
¿Y en dobles mixto?
Si tuviera la posibilidad de elegir, diría que con Rafael Nadal, porque es el jugador más completo que hay. Y además me cae muy bien como persona.
¿Por qué cree que el circuito femenino es tan irregular?
Más que irregular, yo opino que el nivel está muy alto y la competencia cada día está más igual. Por eso hay tanto cambio en la cima del escalafón. Es muy difícil mantenerse ahí arriba.
¿Cómo ve el nivel del tenis femenino en Latinoamérica?
No veo muchas jugadoras. Es una lástima, porque creo que tenemos muchísimos talentos tanto en chicas como en chicos.
¿Y qué piensa del nivel colombiano?
Colombia tiene varios jugadores y creo que hacen un buen trabajo con ellos. Sin embargo, desde que Fabiola Zuluaga se retiró no hubo otra jugadora que ocupase su lugar, pero son muy jóvenes y creo que tienen el tiempo y el talento para conseguirlo.
¿Qué significó representar a su país en los Olímpicos de 2004?
Fue una experiencia muy linda. Estar en unos Juegos Olímpicos es un privilegio como deportista. Pude repetir en Beijing y espero volverlo a hacer en Londres.
¿A qué se debió que en 2005 usted consiguiera el mejor escalafón de su carrera, en el puesto 26?
En ese momento tuve un cambio de vida, estaba viviendo en Estados Unidos y volví a Argentina porque extrañaba mucho a mi familia. Empecé a entrenar con mi hermano Alejandro y gracias al apoyo de mi familia pude sacar de adentro todo mi potencial y ese año pasé de estar 150 del mundo a meterme Top-30 y jugar los torneos más importantes.