No gusta, pero gana

Brasil logró este domingo en Londres ante Chile (1-0) la octava victoria consecutiva desde que Dunga asumió las riendas del equipo, en un partido en el que los australes  merecieron más.

 

El técnico Dunga dijo sentirse “orgulloso” de la recuperación del equipo tras el descalabro mundialista  (7-1 en semifinales ante Alemania), después de haber batido a Francia y a Chile en solo cuatro días.

 

El gol de los verdeamarillos  llegó en el minuto 72, cuando Firmino, que había ingresado en la segunda parte, recibió dentro del área una precisa asistencia de Danilo y sorteó muy bien al arquero  Claudio Bravo para marcar con la pierna derecha.

 

Chile estuvo mucho más ordenado y concentrado que en el partido que perdió ante Irán el jueves (2-0)  “A veces el que juega mejor no gana”, dijo Jorge Sampaoli, el técnico argentino de la selección chilena. “Tuvimos un partido de alto vuelo, en el que dominamos mucho tiempo a un equipo muy complicado, pero lo perdimos en una jugada desafortunada”.

 

Dunga, por su parte, admitió que “Chile tuvo el balón y el control del partido”. Sin embargo, “nosotros tuvimos más oportunidades”, sentenció.

 

El compromiso  se jugó en el Emirates Stadium del Arsenal de Londres, lleno, en una tarde fría pero soleada a ratos. El atacante chileno Alexis Sánchez y el brasileño Neymar fueron los dos mejores de sus equipos en un partido con poco brillo.

 

Chile y Brasil no se encontraban desde los octavos de final del Mundial, cuando los brasileños también tuvieron más suerte y se impusieron en la definición por cobros desde el punto penalti.

 

Este encuentro sirvió a ambos equipos de preparación para la Copa América de Chile-2015, del 11 de junio al 4 de julio, en la que los pentacampeones enfrentarán a Colombia en la segunda fecha del Grupo B.

 

Chile salió con una formación 3-4-1-2, con Arturo Vidal en el eje del juego y con una defensa de tres en la que Mauricio Isla y Eugenio Mena ejercieron de carrileros. Delante, Alexis y Pablo Hernández, el atacante del Celta de Vigo español.

 

Brasil arrancó con un 4-4-2, con la incorporación de algunos hombres que no jugaron o tuvieron pocos minutos ante Francia, como Marcelo, Douglas Costa, Souza, Fernandinho o Luiz Adriano.

 

Gary Medel pudo llevarse la tarjeta roja por un pisotón a Neymar cuando éste estaba en el suelo, pero el árbitro no lo vio.

 

Brasil cedió el balón a Chile durante todo el partido (63% por 37% de posesión), esperando lanzar el contra golpe en un robo de balón gracias a la velocidad de Neymar y de Willian, cuando entró en el segundo tiempo.

 

Los chilenos disfrutaron de su primera oportunidad en el minuto 17 y los brasileños tuvieron que esperar diez minutos más, cuando Miranda rozó un centro de falta de Neymar, pero Claudio Bravo desvió a córner el remate.

 

Neymar echó de menos en la primera parte la movilidad de Willian que tanto le ayudó en París el jueves y tuvo en Luiz Adriano, del equipo ucraniano Shakhtar Donetsk, un compañero de ataque más bien apagado.

 

La primera mitad concluyó con un solo disparo al arco, el de Miranda, y 21 faltas (15 cometidas por los brasileños y seis por los chilenos).

 

En la segunda parte, los chilenos adelantaron líneas y buscaron el gol con más intensidad, los carrileros se sumaron más al ataque y Vidal se juntó más con Alexis. Sin embargo, fue Brasil quien asestó el golpe definitivo gracias a Firmino.

 

Dunga realizó cinco cambios para el segundo tiempo: Robinho, muy aclamado, entró por Philippe Coutinho, Elias por Souza, Firmino por Luiz Adriano, Willian por Douglas Costa y Filipe Luis por Marcelo.

 

Chile, por su parte, no hizo modificaciones hasta después del gol brasileño. Rodrigo Millar cedió su puesto a Matías Fernández, Mark González salió por Eugenio Mena y Eduardo Vargas por Arturo Vidal.

 

“Lo de hoy no fue fútbol, no es el nombre correcto para este deporte, sino que fue UFC (Ultimate Fighting Championship)”, afirmó visiblemente molesto Neymar en la zona mixta del Emirates. Lógicamente se refería a la agresión de que fue víctima por parte de Medel.

 

“¿Qué puedo hacer? Nada. El árbitro está aquí, no lo ve y tampoco puede hacer nada. La agresividad forma parte del juego y toca seguir”, criticó el número 10, quien sigue siendo el gran referente del equipo de Dunga, que sigue imparable rumbo a la Copa América.