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No juzgo a Gerardo Bedoya: Johnny Ramírez

El volante de Millonarios, que recibió un puntapié en la cara en el clásico contra Santa Fe, dice que no siente rencor.

Juan Diego Ramírez
23 de septiembre de 2012 - 09:00 p. m.
Bedoya discute con Román Torres (también expulsado) luego de pegarle a Ramírez un puntapié en el rostro.  / Óscar Pére
Bedoya discute con Román Torres (también expulsado) luego de pegarle a Ramírez un puntapié en el rostro. / Óscar Pére

Gerardo Bedoya, con quien Johnny Ramírez coincidió en 2010 en Boyacá Chicó, elogió su juego y le sugirió un cambio de imagen para distinguirse en la cancha. Le aconsejó raparse los costados de la cabeza como Mario Baracus y dejar una delgada cola de caballo que hoy amarra con una moña azul y blanca. Desde entonces estrecharon una amistad que ni siquiera se perjudicó por el incidente del sábado en el clásico Santa Fe-Millonarios: Bedoya le pegó un codazo y cuando Ramírez se quejaba en el piso, lo pisó con sus taches en la cara.

Tras ese incidente el clásico se convirtió en una batalla sin cuartel y una feria de tarjetas rojas (dos para cada equipo). Gerardo Bedoya llegó a 41 expulsiones y amplió su antirrécord del futbolista más expulsado del país.

“Ojalá esto no lo vaya a perjudicar. Por eso sería injusto salir a matarlo con mis palabras. También tuve responsabilidad en la acción, entonces quiero decirle que no tengo rencor”, le dijo Ramírez a El Espectador, con un micropore que no cubre los dos raspones que se ven en su frente.

¿Responsabilidad suya por qué?
Yo lo choco a él primero. Entonces por eso me saca el codo. Quiero decir que a él lo admiro como jugador, ha sido un gran referente para mí, me gusta la forma como se entrega en los partidos. No tengo ningún rencor, porque además de ser un colega es gran amigo.

¿Lo justifica entonces?
Sólo que a veces eso es lo que se vive en la cancha. Yo no soy ángel, también juego fuerte, en algunos momentos me paso de brusco. Son cosas que pasan, recibirá su sanción y ya está. Pero espero que no lo perjudiquen por eso. Esa es la reflexión que he hecho, que a él no lo quiero juzgar ni caerle con todo el peso, porque esas cosas pasan en partidos como estos, porque los clásicos son a muerte y él es un guerrero, así como yo.

¿Se parecen usted y Gerardo Bedoya en la cancha?
Por fuera del fútbol ambos somos nobles, pero cuando jugamos nos entregamos. Me identifico mucho con él. Por eso yo lo choco fuerte antes de que llegue el balón y él se ofende. El fútbol lo vivimos al límite.

En general así fue el clásico, atropellado...
Fue muy guerreado, como son este tipo de juegos. Todos luchamos por obtener los resultados. Fue un partido atípico, en el que por un momento nos complicamos por tener un hombre más. Pero al final lo importante fue que ganamos. A veces uno pierde jugando bien, entonces también hay que disfrutar cuando se triunfa haciéndolo no tan bien.

¿Por qué están pasando por ese bache?
Luego del receso por eliminatorias empezamos a ser inestables. Pero así y todo estamos sacando los resultados, como lo hicimos contra Guaraní de Paraguay en Copa Sudamericana. Es mejor corregir ganando. Lo importante es que cuando no brillamos, luchamos más, empezamos a ser más aguerridos. Queremos volver al camino del buen juego muy pronto.

El amistoso contra Real Madrid el miércoles sería un buen comienzo...
Vamos a ir a disfrutarlo, pero también a demostrar que el nivel de nosotros... ¿cómo decirlo?, no es inferior al de ellos. Va a ser muy especial para nosotros.

Dicen que todos le van a pedir cambio de camiseta a Cristiano Ronaldo, ¿usted está en esa lista?
La verdad es que nadie diría que no la quiere. Pero yo tengo una colección de camisetas, guardo unas 90, entonces lo que importa es conservar una del Real Madrid. O tal vez se la pediré a Xabi Alonso, que es un referente mío.

¿No les preocupa que jueguen tantos partidos en pocos días y el cansancio los perjudique?
El preparador físico sabe cómo hace su trabajo. Pienso que tenemos una nómina completa como para que eso no nos afecte.

En lo personal, sentar a Robayo y a ‘Ganicita’ Ortiz, ¿qué le deja?
Elkin Blanco y yo no somos tan queridos como ellos. Por eso nos jugamos la vida y esa competencia interesante hace que en la mitad Millonarios sea competitivo.

El antioqueño de 36 años no dio explicaciones reivindicatorias, pero sí envió un mensaje a Johnny Ramírez. Darío Sierra, asistente técnico de Millonarios, entregó ayer el recado: “Johnny, que saludes de Gerardo Bedoya”. Y eso le bastó a Ramírez.

Por Juan Diego Ramírez

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