Con sus prótesis, adaptadas para correr y con forma de lámina que se asemeja a las patas de un felino, participó en las series de la vuelta completa de pista y demostró que no sólo se conforma con participar, sino que quiere lograr el mejor resultado posible.
“Estar aquí ha sido mi objetivo durante muchos años”, dijo Pistorius, quien sufrió la amputación de ambas piernas por debajo de las rodillas cuando tenía sólo once meses de nacido.
“He trabajado extremadamente duro para estar aquí y ha sido algo fenomenal”, dijo tras su serie, en la que fue tercero y terminó con un tiempo de 45 segundos y 39 centésimas, para clasificarse a la semifinal.
Cuando saltó a la pista, fotógrafos y cámaras captaron una de las imágenes no sólo del mundial, sino del año en el deporte, con la histórica primera participación de un atleta paralímpico en una gran competición contra los mejores atletas sin discapacidad.
Su participación en Daegu 2011 ha provocado cierta controversia y hay sectores que apoyan su integración, mientras otros muestran su opinión contraria, considerando que las prótesis le favorecen y atentan contra la igualdad de todos los participantes.
Pistorius buscará este lunes la final de los 400 metros, con la disputa de una de las semifinales, aunque en principio no está entre los candidatos para conseguirlo.