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El canadiense André De Grasse, triple medallista en los Juegos de Rio, ganó este jueves los 100 metros de la reunión de Oslo, quinta etapa de la Liga de Diamante, con un tiempo de 10.01(viento +0,2 m/s), mientras que la holandesa Dafné Schippers, vencedora de 200 metros, fue descalificada.
En la prueba de 100 metros, el francés Jimmy Vicaut se lesionó y terminó último (10.68). Coposeedor del récord de Europa (9.86), Vicaut sufre, según las primeras informaciones, una lesión en los isquio-tibiales que le obligará probablemente a renunciar al Mundial de atletismo en Londres, del 4 al 13 de agosto.
De Grasse superó en la meta al británico Chinjidu Ujah (10.02), vencedor hace una semana del 100 metros de Roma, y al marfileño Ben Youssef Meité (10.03). "Es mi récord de la temporada. Espero que esto siga así en Estocolmo (el domingo) y que allí pueda bajar por primera vez de los 10 segundos en la temporada, antes de las selecciones canadienses", señaló De Grasse, superado en los Juegos por el legendario Usain Bolt.
"Está claro que fue una carrera muy apretada y debo mejorar mi salida. Pero son sensaciones positivas las que dominan", añadió De Grasse, de 22 años. Mala noche en cambio para Schippers, el día de su 25 cumpleaños. La holandesa, subcampeona olímpica, dominó los 200 metros con un tiempo de 22.30, antes de ser descalificada. Protagonizó una salida falsa pero pudo correr. La marfileña Murielle fue al final declarada ganadora (22.74).
"Había mucho ruido en la salida y era difícil concentrarse. Son cosas que pasan y hay que aceptarlas", señaló Schippers.
Una mejor marca del año
Las temperaturas frescas influyeron en el nivel de las prestaciones. Una sola mejor marca mundial del año fue conseguida en el mítico estadio Bislett de los 62 records del mundo. Ese registro fue obra del catarí Mutaz Essa Barhim, que superó 2,38 metros en el segundo ensayo de salto de altura, un centímetro más que su antiguo mejor marca mundial del año.
El sueco Daniel Stähl batió a los mejores discóbolos del mundo con un lanzamiento de 68,06 m, superando al jamaicano Fedrick Dacres (67,10). En el concurso femenino, la croata Sandra Perkovic hizo respetar la jerarquía con 66,79 m.
La ley del más fuerte se respetó también en 800 metros con la sudafricana Caster Semanya, que se impuso con 1 minuto, 57 segundos y 59 centésimas, por delante de la burundesa Francine Niyonsaba (1:58.18) y la keniana Margaret Wambui (1:59.17), es decir el mismo orden que el podio de los Juegos de Rio-2016.
El público se entusiasmó con la nueva generación del atletismo noruego. El prodigio noruego Jakob Ingebrigtsen, de 16 años, ganó la milla (1.609 metros) para menores de 20 años de la reunión, con un tiempo de 3 minutos, 56 segundos y 29 centésimas, mejorando su reciente marca (3:58.07), que le había convertido en el atleta más joven de la historia en correr la distancia en menos de cuatro minutos.
Jakob, que cumplirá 17 años el 19 de septiembre, es el mejor de una familia de varios hermanos de Stavanger, que dio dos campeones de Europa de 1.500 metros, Henrik (2012) y Filip, el actual campeón continental, que terminó en cuarta posición en la prueba de 1.500 metros que clausuraba la reunión. Antes, el joven noruego (21 años) Karsten Warholm, que llega de las pruebas combinadas, como Schippers, había ganado los 400 metros vallas con un tiempo de 48.26.