La carrera perfecta

La Maratón de Berlín es la más rápida en su género: entre 2003 y 2014 se impusieron allí seis marcas orbitales. La más reciente fue de 2:02:57, por el keniano Deniss Kipruto Kimetto. Domingo Tibaduiza es el único colombiano que ha ganado esta prueba, en 1982.

José Ricardo Avila Palacios
23 de septiembre de 2017 - 03:00 a. m.
Cortesía Iaaf
Cortesía Iaaf

Los ojos del mundo del atletismo volverán a posarse el domingo 24 de septiembre sobre la Maratón de Berlín, considerada como la carrera perfecta, debido a la rapidez de un circuito caracterizado por un ambiente seco, entre 12 y 18 grados centígrados de temperatura, escaso viento y trayecto llano, condiciones favorables para que los mejores maratonistas del mundo aspiren no sólo a ganar allí un codiciado botín (40.000 euros al vencedor), sino un prestigio eterno al batir la marca del mundo (50.000 euros adicionales a quien lo logre), a los que se podrían sumar 30.000 euros por bajar de 2:04:00, o 2:19:00 en el caso de las mujeres.

Revisando las marcas mundiales reconocidas oficialmente desde 2003, cuando Paul Tergat impuso en esa ciudad alemana un registro de 2:04:55, sobre el pavimento berlinés se ha superado seis veces la plusmarca orbital masculina. Honores que han recaído sobre Tergat (Kenia) y el etíope Haile Gebrselassie (2:04:26), quien en 2007 rebasó por 29 segundos a Tergat. Un año después, Gebrselassie repitió la hazaña y se convirtió en el primer atleta en correr una maratón en menos de dos horas y cuatro minutos: con su tiempo de 2:03:59 siguió arañándole segundos al sueño de correr esta prueba en menos de dos horas.

En 2011, el keniano Patrick Makau Musyoki reinó como el mejor del mundo con nuevo récord de 2:03:38, vigente durante dos años, hasta que en septiembre de 2013, siempre en Berlín, su compatriota Wilson Kipsang Kiprotich se estacionó en 2:03:23, una marca de corta duración vulnerada, el 28 de septiembre de 2014, por otro keniano: Dennis Kipruto Kimetto, el primer hombre en bajar de 2 horas y 3 minutos: 2:02:57, un salto de 26 segundos respecto a la marca anterior.

Desde entonces, el récord mundial de la maratón permanece inmóvil y parece que ya fuera tiempo de borrarla, si nos atenemos a los antecedentes inmediatos, pues el récord de Tergat alcanzó la mayor duración con cuatro años.

Atacarán el récord del mundo

Este domingo, en la línea de meta, los mayores aspirantes a ganar la Maratón de Berlín son los kenianos Eliud Kipchoge y Wilson Kipsang, y el etíope Kenenisa Bekele. Se trata de tres de los cuatro maratonistas más veloces de la historia sobre la distancia. Estará ausente Deniss Kimetto.

Son buenos, veloces y resistentes, porque a los maratonistas contemporáneos ya no les basta con resistir lo suficiente para llegar a la meta, también deben ser rápidos. Dos características impresas en el ADN de aquellos superatletas que pretendan imponer una nueva marca mundial.

Quien quiera alcanzar ese sueño deberá correr este domingo la primera mitad de los 42 kilómetros y 195 metros en 61:27 minutos y alcanzar un tiempo similar en la segunda mitad de la prueba. Es el nuevo reto para los corredores de élite. Quien logre esos parciales estaría imponiendo una nueva marca de 2:02:54, es decir, tres segundos menos que el récord de Kimetto.

En 2016, Kipsang y Bekele fueron los más rápidos en correr la primera mitad de la Maratón de Berlín, con 61:11, pero no pudieron mantener el ritmo de carrera en el segundo tramo y ambos terminaron por encima de 2:03.

La maratón de dos horas

Entre 2003 y 2014 los corredores africanos pasaron de 2:04:55 a 2:02:57. Un avance de 1 minuto y 58 segundos que al final se traduce en un ritmo de carrera de 2 minutos y 55 segundos por kilómetro. Para correr la prueba en dos horas es necesario que un atleta lo haga a un ritmo de 2 minutos y 50 segundos por kilómetro.

Esos corredores de élite, ¿están cerca o lejos? En 2013, cuando Kipsang era dueño de la marca mundial, afirmó: “Muy pronto, el récord de maratón bajará de las dos horas”. Lo cierto es que para el cerebro de un atleta tres minutos son mucho.

Fue en 1986 cuando Mike Joyner, un estudiante estadounidense de medicina, comenzó a reflexionar sobre la maratón de dos horas. Según explica el periodista Ed Caesar en su libro 2 horas, Joyner “se centró en investigar la manera en que ciertos datos, como el umbral de lactato, la economía de la carrera y la capacidad pulmonar, se relacionaban con el rendimiento atlético. ¿Cuánto podría correr un ser humano —se preguntaba— si reuniese los valores óptimos de umbral de lactato, capacidad de carrera y capacidad aeróbica? Desarrolló un modelo y obtuvo un resultado concreto. Dadas unas condiciones ideales y un corredor ideal, Joyner llegó a la conclusión de que la mejor marca en que podría completarse una maratón sería de 1 hora, 57 minutos y 58 segundos”. Es posible que el paso del tiempo le dé la razón.

Por José Ricardo Avila Palacios

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