Caterine Ibargüen está en la élite del atletismo mundial. Eso no es un secreto. Sin embargo, muchas veces no se dimensiona lo que ha logrado construir la deportista antioqueña. En Doha (Catar), en donde se disputa este viernes la primera prueba de la temporada de la Liga de Diamante, el certamen que organiza desde 2010 la Federación Internacional de Atletismo, los afiches publicitarios con la imagen de Ibargüen se cuentan casi en la misma cantidad que los del mismísimo Usaín Bolt, el múltiple campeón en los 100 y 200 metros y los relevos 4x100. En efecto, la colombiana de 32 años ha dominado en estas competencias desde hace tres años y nadie ha podido contra ella en el salto triple, por eso iniciará esta nueva temporada con el reto de revalidar su título. “Yo siempre quiero ganar y para eso me preparo”, dijo con una sonrisa, luego de destacar que día a día se levanta a las 4:30 de la mañana a entrenar, sin importar en qué ciudad del mundo se encuentre. Y tras descansar durante el día, por la tarde regresa a las pistas para seguir buscando la perfección en su técnica.
Claro que por más ambición que tenga por ganarlo todo (no pierde una prueba desde los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando obtuvo la plata), su prioridad en 2016 no es la Liga de Diamante, sino colgarse la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río 2016 y poner a sonar el himno de Colombia en el estadio olímpico.
Para que llegue ese momento faltan poco más de 91 días —teniendo en cuenta que la prueba de salto triple no es el primer día de competencias— y por eso la Liga de Diamante cae perfecto para prepararse. Este viernes será la primera parada en Doha, y antes del inicio de las justas en la ciudad brasileña habrá nueve paradas más. A muchas de ellas irá Caterine a seguir reinando y pensando en la imagen con la que sueña desde hace cuatro años: coronarse campeona olímpica.