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“Cuanto más envejezco salto mejor”: Orlando Duque

El vallecaucano Orlando Duque sigue batiendo récords. En las cataratas Victoria, en África, sumó un logro más en su carrera profesional.

Enrique Gamboa Durán
04 de abril de 2016 - 12:03 p. m.
“Cuanto más envejezco salto mejor”: Orlando Duque

El clavadista colombiano Orlando Duque sigue conquistando el mundo. Las cataratas Victoria, ubicadas en la frontera entre Zambia y Zimbabue, fueron las últimas maravillas naturales donde el vallecaucano dejó en lo más alto su nombre y el del país.

El deportista de 41 años se enamoró por completo de esta disciplina a los diez, cuando se tiraba de cabeza a la piscina más cercana que tuviera, pues el azul profundo del agua lo fascinó desde la primera vez que lo vio. Esta semana visitó por primera vez suelo africano y no lo pudo haber hecho de otra manera que saltando desde unos 30 metros y junto a su amigo clavadista, el mexicano Jonathan Paredes.

“No vivirás de esto”, le decía su familia cuando Orlando abandonó en tercer semestre su carrera de ingeniería electrónica en la Universidad del Valle para dedicarse de lleno a los clavados de altura.

En 1997 salió del país rumbo a Europa, con 22 años de edad. En Austria hizo su primer contrato con un parque de ese país y fue ahí donde después de diez años dejó los clavados en piscinas para dar un paso más y centrarse definitivamente en los clavados de altura.

Pero fue dos años después de estar radicado en el Viejo Continente que la vida de Duque dio un giro radical. En 1999 fue invitado a participar en el Campeonato Mundial de la disciplina. Su resultado fue un extraordinario segundo puesto. “En ese momento me di cuenta de que tenía talento para esto y decidí seguir adelante”.

Se consolidó un año después, cuando ganó todas las competencias que disputó, sin recibir ningún tipo de apoyo y hacerlo todo con las uñas y amor al deporte.

“Yo no tuve ningún aporte de ninguna empresa en Colombia. Fue muy difícil al principio. Vivía solo y me tocó luchar. Aún hoy no hay entidades nacionales que me respalden. De vez en cuando me llaman para tomarme una foto, y listo, para nada más”, le dijo Duque a El Espectador.

¿Cómo está para esta nueva temporada?

En lo físico estoy muy bien; me falta mejorar en la parte de fuerza. La Serie Mundial empieza el 4 de julio, en Estados Unidos, y me estoy preparando para este inicio. El calendario está muy chévere y la competencia está muy dura.

¿Cuál será su gran rival para este año?

Con el británico Gary Hunt tengo una linda rivalidad. Él ganó el año pasado la Serie Mundial y yo quedé segundo. Él es 10 años menor que yo, entonces tengo más experiencia. Este es un deporte en el que siempre hay cambios de condiciones en cada competencia. La adaptación a eso es difícil y es ahí donde yo puedo sacar diferencia.

¿En sus comienzos soñó con todo lo que ha logrado?

Claro que sí, pero sabía que iba a ser un camino muy duro. He ganado todos los títulos que se pueden ganar en mi deporte. A los 41 años sigo estando vigente.

¿Por qué cree que a los 41 años sigue en tal alto nivel?

En este deporte, la técnica es la parte fundamental y toca saber manejarla. Cuanto más envejezco salto mejor. También hay que sumarle la experiencia que no se logra en seis meses. Seguir entre los mejores a mi edad me da mucho orgullo.

¿Pensó en el retiro?

En 2007 lo pensé. Pero al otro año el deporte empezó a crecer mucho y me quedé por más tiempo. Pasaron los años y seguía dando buenos resultados. Creo que la disciplina y yo hemos crecido paralelamente.

¿En qué lugar le falta saltar?

El deseo es hacerlo en la Antártica. Es un viaje muy largo, entonces estamos viendo cuándo lo podemos hacer. Puedo decir que he saltado de lugares que nunca imaginé. Todavía sigo encontrando sitios interesantes y eso me motiva a seguir. Siempre quise explorar Colombia y he estado en lugares que nadie conoce. He vivido cosas muy lindas.

¿Qué es lo que más recuerda de su carrera?

El salto que hice en el 2000, que está en el libro Guinness, en el que todos los jueces me dieron 10 puntos y quedó como el clavado perfecto. Pero mi mejor año fue 2013, cuando gané el Mundial en Barcelona y tenía 39 años y nadie pensó que podía ganar. Después gane en 2014 y 2015.

¿Cuál ha sido el que más miedo le ha dado?

Miedo a saltar no tengo. Cuando no conozco algún sitio, prefiero conocerlo e investigarlo. Tengo más respeto que miedo.

Usted es el pionero de este deporte en Colombia. ¿Cómo ve el futuro de la disciplina?

Vienen muy buenos jóvenes que están muy motivados y que ven en los clavados una opción de vida. Afortunadamente, la Federación Colombiana viene trabajando con más interés en el deporte.

Cuando se retire, ¿qué le gustaría hacer?

Soy parte del comité técnico de la Federación Internacional de Natación y me gustaría ayudar para que el deporte se convierte en una disciplina olímpica y el plan es que lo podamos lograr para los Juegos de 2024. Es un deporte que cada día crece más y vamos por muy buen camino para lograr la meta.

Por Enrique Gamboa Durán

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