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Cuba, que abolió el deporte profesional en 1962, oficializó su participación en la Serie Mundial de Boxeo (WSB), cuyo campeón recibe medio millón de dólares en premios, al firmar un contrato con el Director General del evento, Karim Bouzidi.
"Este es el nacimiento de la franquicia cubana. Cuba es uno de los mejores países del mundo en el boxeo y su participación en la WSB será espectacular", dijo en rueda de prensa Bouzidi, al confirmar la asistencia del equipo cubano en la cuarta edición del evento, que arrancará el 15 de noviembre.
El directivo consideró como "una maravilla" tener a Cuba en la WSB y aseguró que los boxeadores de la isla "llevarán las delicias a los aficionados" de todo el mundo.
Por la parte cubana firmó el contrato el presidente de la Federación Cubana, Alberto Puig, quien aseguró que la isla inscribirá en la lid a sus "20 mejores boxeadores", incluidos sus campeones olímpicos y mundiales. Puig adelantó que la sede del plantel de la isla será el Coliseo de la Ciudad Deportiva, de La Habana, y aseguró que los boxeadores cubanos cobrarán por pelear, aunque se abstuvo de dar cifras.
En la WSB los pugilistas cobran un salario mensual de entre 1.000 y 3.000 dólares, más un premio de entre 500 y 2.000 dólares, según su desempeño. La IV Serie Mundial otorgará 30 boletos para Rio de Janeiro-2016 y contará con la participación de doce franquicias - México, Estados Unidos, Argentina, Italia, Alemania, Azerbaiján, Ucrania, Rusia, Polonia, Argelia, Cuba y el actual campeón Kazajstán - que se dividirán en dos grupos, señaló Bouzidi.
Se combatirá por vez primera en las 10 divisiones olímpicas (de 49 a +91 kg) y podrán participar púgiles profesionales que no hayan celebrado más de 20 peleas como rentados. El boxeo cubano exhibe en sus vitrinas 67 medallas olímpicas y 116 en campeonatos mundiales y reinó en el planeta de 1972 hasta 2008, cuando quedó por vez primera sin títulos olímpicos en Pekín. En Londres-2012 recuperó terreno al ganar dos coronas y escalar al tercer lugar por naciones.