El otro Eddy Merckx

El billarista Eddy Merckx es homónimo del mejor ciclista de la historia. /Luis Ángel

Foto: LUIS ANGEL

Cuando uno oye el nombre de Eddy Merckx es imposible no pensar en el gran ciclista belga que descrestó por allá en los años 70 en las carreteras europeas. El Caníbal, como fue reconocido por su capacidad combativa, se subió al lugar más alto del podio en las grandes pruebas del ciclismo. Cinco veces ganó el Tour de Francia, cinco el Giro de Italia y en una ocasión la Vuelta a España.

Cuando este ícono del deporte mundial ganó su primer Giro, en 1968, en una clínica de Rumst, Bélgica, nacía el otro Eddy Merckx. Su padre, fanático del deporte sobre ruedas y gran seguidor de El Caníbal, le puso a su hijo el mismo nombre de su ídolo.

Luego de muchos años, este Merckx también se ha destacado en el mundo del deporte, nunca como su homónimo, pero sobre las mesas de billar a tres bandas sí ha podido descrestar y marcar historia como profesional. Lo que comenzó como un hobby, poco a poco se fue convirtiendo en una pasión y por eso hoy en día confiesa que sus momentos preferidos son cuando comparte con sus hijos y cuando está al lado de una mesa de billar. Ha ganado dos títulos del Campeonato Mundial de Billar a tres bandas. El más reciente fue el año pasado en Porto, Portugal, y este año en el Mundial de Amberes, Bélgica, espera ser profeta en su tierra.

Luego de colgarse la medalla de plata en los Juegos Mundiales de Cali, Merckx habló con El Espectador sobre esta experiencia en Colombia, su vida y objetivos para el resto de la temporada.

¿Es aficionado de Eddy Merckx?

Realmente no lo pude ver en competencia cuando se destacaba a nivel mundial. Mi padre sí era un gran fanático de él y por eso me puso su mismo nombre. El año en que nací, Merckx ganó su primer Giro de Italia, por eso la coincidencia.

¿Alguna vez se ha visto con Merckx?

Lo he visto dos veces y ha sido muy especial. En Bélgica él es un gran ídolo nacional. Creo que no me equivoco al decir que es una leyenda del deporte mundial.

¿Los han confundido?

No específicamente, pero sí es muy común que la gente oiga el nombre de Eddy Merckx y crea que el que va a estar ahí es él y no yo. A veces eso me da pena.

Con ese nombre le debe gustar montar en bicicleta…

(Risas) Realmente no soy un gran deportista, me gusta mantenerme bien físicamente, por eso me cuido con lo que como, pero no tengo la pasión de mi padre por el ciclismo.

¿Le gusta algún deporte diferente al billar?

No soy apasionado por otro deporte que no sea el mío.

¿Pero ve otros deportes así sea por televisión?

En mi casa comparto con mis hijos y dejo que ellos escojan lo que quieren ver. Por lo general prefieren ver series o películas en vez de partidos de fútbol, por ejemplo.

¿Cómo se ha sentido en Cali?

Muy feliz, este es un lugar especial en el mundo. Es mi primera vez en Colombia y me ha gustado mucho. La gente es muy amable, la ciudad es muy bonita y acá en este lugar la gente disfruta del billar de una manera apasionante.

Iba por el oro y se quedó con la plata…

Tengo que estar feliz con el segundo lugar. Marco Zanetti jugó muy bien y yo tuve muchos errores, él se mereció el oro y por eso estoy conforme con la medalla de plata. Es la primera que consigo en unos Juegos Mundiales y por eso le doy más valor.

¿No podrá pasar lo mismo en el próximo mundial en Amberes?

Yo pienso que hay que seguir trabajando fuerte porque hay jugadores que vienen con un excelente nivel. No puedo parar, debo seguir mejorando día a día si quiero volver a ganar como lo hice en Porto.

¿Qué hace cuando no está al lado de una mesa de billar?

Yo estoy casi todo el tiempo dedicado a mi disciplina. Cuando no estoy entrenando, que lo hago por lo general cuatro horas al día, estoy dando clases a niños, jóvenes o adultos que quieran prepararse para ser como yo.

lmontenegro@elespectador.com

@Luisguimonte