Todos sus sentidos estaban esperando el pitido para iniciar la competencia. Su concentración no era total. Estaba pensando en su salida, no quería ceder tiempo en el salto inicial. Tanto sudor y horas de entrenamiento para estar ahí: Río 2016 era un sueño cumplido. Pero quería más. Pensaba en semifinales. No obstante, cuando su tiempo se echó hacia adelante no hubo tiempo para más se lanzó al agua, aunque aún no había sonado la chicharra.
Sus rivales de la clasificación de los 400 metros libres lo miran, estáticos. Unos se salen de la zona de salida para intentar quitarse los nervios. Pero la desazón se tomó a Miguel Durán llora en el agua porque el arranque nulo es motivo de descalificación. Por un momento piensa que no competirá en Río. Que todo ese sudor fue en vano. Pero obtiene un respaldo inesperado. El estadio aplaude y los jueces deciden readmitirlo.
El nadador español pasó por muchos estados emocionales tras ser descalificado y readmitido. Finalmente, cuando regresó al a zona de piscinas, compitió y finalizó en la última posición de esa serie. Además del estadio entero, las redes sociales apoyaron a Durán con mensajes de afecto.
"Estaba nervioso y escuché algo en la tribuna que me hizo hacer lo que hice. Yo creía que estaba desclasificado, me dijeron que volviera a nadar y después nada más. Me afectó claro la concentración, no tenía cabeza ya. Subí mi tiempo en cinco segundos", explicó a periodistas después en la zona mixta.
Los 400m libres eran su única competencia individual. Ahora disputará el relevo 4x200m libres con España.
Escuchó un pitazo en la grada y se lanzó. Miguel Durán llora de frustración.
Afortunadamente, lo dejaron volver.
pic.twitter.com/7gMr9rJjbt— FutMomento (@FutMomentoC) 6 de agosto de 2016