No hay secretos, la clave es entrenar: Orlando Duque

A sus 40 años, este clavadista sigue siendo el rey de este deporte. Aún no está el retiro en su mente.

Olga Lucía Barona Torres
15 de mayo de 2015 - 02:52 a. m.
Catalina Echeverry / Orlando Duque exhibe la medalla de oro que ganó en México.
Catalina Echeverry / Orlando Duque exhibe la medalla de oro que ganó en México.

Pareciera que Orlando Duque no tuviera límites. Sus 40 años no son impedimento para que siga reinando en un deporte en el que por casi dos décadas ha sido el rey. Múltiples títulos mundiales y dos récords Guinness hacen que este caleño sea el hombre a vencer en cuanto torneo internacional de salto de altura haya en la temporada. Sus rivales, unos 15 años menores que él, le dicen “El Viejo”, pero saben que en la tarima, ubicada a 27 metros del altura, el colombiano es indestronable.
 
El domingo, en México, volvió a dictar cátedra, al colgarse el oro en la Copa Mundial Fina, tras un mal comienzo. Antes de viajar a Francia, donde este fin de semana volverá a competir, así habló Orlando con El Espectador.
 
¿Cómo fue la consecución del título en México?, ¿cómo manejó la presión en el último salto para retener la medalla de oro?
La presión fue bastante. Era la tercera medalla que se disputaba de la Fina (Federación Internacional de Natación) y ganármela era casi que imposible. Si bien en Colombia la gente siempre tiene la expectativa y ya se acostumbró a que Orlando Duque gane, yo era realista y sabía que era difícil. Sin embargo, en los entrenamientos me sentí bien, ahí me di cuenta de que tenía cómo ganar el oro.
 
¿Y cómo fue ese final feliz?
A pesar de que el primer día de competencia cometí un par de errores y eso me relegó al tercer puesto, quedé cerca del oro. Ya en las finales sabía que tenía con qué ganar, pues estaba mejor de lo que pensaba a pesar de los errores. Los clavadistas saben que yo soy muy consistente. Son conscientes de que si me dan una oportunidad, les pongo presión a ellos. En la ronda definitiva yo saltaba de antepenúltimo. Hice una buena ejecución y pasé al primer lugar. Luego le tocó al ruso Artem Silchenki y falló, ahí aseguré la medalla de plata. Finalmente saltó Jonathan Paredes, que nunca falla, y en ese momento ya me había hecho a la idea de la medalla de plata. Sin embargo falló, quedó quinto y alcancé el título. Eso se debe a que les metí presión. Es la primera meta importante del año y ganarla me deja feliz.
 
Cuando está parado en la punta de la plataforma, a punto de saltar desde 27 metros, ¿qué se le atraviesa por la mente?
Desde hace bastante tiempo no sentía tanta presión como en esta Copa Mundo. Llegué a la plataforma y tenía la boca totalmente seca. Incluso le pedí al juez que estaba ahí que me regalara un poco de su agua. Cuando me agaché a recoger la botella, me temblaban las piernas y no podía abrir la botella. Era la presión de que podía ganar pero para hacerlo tenía que hacer un excelente salto. Ahí me sirvió la preparación mental, pensé en los movimientos que iba a ejecutar y salté. Cuando iba en el aire volví a sentirme bien y ya caí al agua tranquilo.
 
¿Cuando entró al agua sabía que había realizado un buen salto?
Me sentí bien, pero en este deporte muchas veces uno siente que ejecutó un buen salto y las calificaciones son menos de lo esperado. Otras veces no quedas tan conforme y te califican muy bien. Yo me sentí muy bien, pero salí con esa duda. Miré a la gente que sabe del asunto y ellos con la cabeza me dijeron que lo hice bien. Sabía que había asegurado podio.
 
¿Cómo vivió el momento de la premiación?
Fue un poco triste. Jonathan Paredes es mi mejor amigo, y dije, si alguien me gana que sea él. Él tenía la medalla de oro casi asegurada, pero falló. En el entrenamiento lo hace bien y en el pasado lo hizo bien, pero esta vez se dejó llevar por la presión.
 
¿Cómo hace, a sus 40 años, para mantenerse vigente en un deporte que resulta tan exigente?
Aquí no hay secretos, la clave es entrenar. El que más entrena es el que mejor está saltando. Sin embargo, yo tengo una ventaja, que es una buena técnica.
 
¿Y hasta cuándo piensa seguir compitiendo?
Desde 2007 estoy pensando en el retiro, pero cada vez que pasa la temporada me motivo más, me siento más fuerte, así que por ahora quiero ir día a día. Mis compañeros me dicen bromeando “El Viejo”, pero saben que a la hora de competir aún les gano, así que me respetan mucho.
 
¿Cuáles son los retos de lo que queda de temporada?
Quiero vencer en la Serie Mundial Redbull Cliff Diving, porque desde 2009 no la gano. Y repetir el oro en el Mundial Fina, el mismo que logré hace dos años en Barcelona. Esta vez es en Rusia.

Por Olga Lucía Barona Torres

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