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Con Orlando Duque en La Habana

El colombiano, que terminó cuarto, se robó el show en la mágica isla, que gozó en masa con las pruebas de salto.

Olga Lucía Barona Torres / La Habana
19 de mayo de 2014 - 03:33 a. m.
Uno de los saltos de Orlando Duque, con el gran panorama de La Habana. / Fotos: oficina de prensa de Red Bull
Uno de los saltos de Orlando Duque, con el gran panorama de La Habana. / Fotos: oficina de prensa de Red Bull

Pensar hace unos años que La Habana, Cuba, fuera escenario de un evento como del Red Bull Cliff Diving, en donde están presentes los mejores clavadistas del mundo, era totalmente descabellado. Pero con el paso del tiempo y la apertura de la isla en algunos aspectos, el pasado fin de semana fue todo realidad.

Los cubanos, sorprendidos por tal acontecimiento, acudieron en masa a las competencias y hasta la televisión se dio el lujo de transmitir el evento en directo. Y allí, en medio de la magia, estaba un colombiano como protagonista, Orlando Duque, 11 veces campeón del mundo en clavados de altura. También se hizo presente el caleño Miguel García.

Uno a uno, los 13 participantes subieron a la tarima, instalada a 27 metros en el histórico Castillo del Morro, para ser presentados. Y no podría ser de otra forma el saludo del locutor —cubano, claro está— para Duque: “Y con ustedes, el gran campeón del mundo, el viejo zorro de mil batallas que lo ha ganado todo”.

Y es que aunque Orlando, quien finalmente no ganó la prueba —terminó en el cuarto lugar— es una vedette. No en vano lleva más de una década siendo el rey de este deporte y sus rivales, aunque claro que quieren ganarle, lo respetan.

“Saltar en Cuba tuvo su encanto especial, el ambiente, la temperatura, el cariño de la gente. Ya había estado acá hacía como seis meses y el sitio es absolutamente espectacular. La vista de La Habana es algo que no se ve todos los días, la historia y sus lugares. Estoy muy contento que la temporada haya comenzado aquí”, le dijo a El Espectador.

El ambiente entre los competidores es familiar. Todos se ayudan, se corrigen errores en sus saltos y, de hecho, la mayoría de ellos viajan con sus esposas o novias, que a su vez se convierten en sus jefes de prensa y mejores promotoras. Y claro, allí está Catalina Echeverry, la señora de Orlando desde hace dos años y medio, su fiel compañera de aventura.

“Me gusta viajar con Orlando, es que en últimas me toca si quiero estar con él, porque todo el año rueda por todas partes del mundo”, cuenta Catalina, quien nos cuenta que Orlando es un hombre romántico y muy caballeroso.

Y Duque, próximo a cumplir los 40 años, disfruta de su momento. Con todos habla, se toma fotos, sonríe, él siempre está feliz: “Se vive una vez y hay que aprovechar. Por eso este ambiente de trabajo es absolutamente familiar, todos nos ayudamos, así en la plataforma queramos ganar. Nosotros somos los que entendemos el riesgo y por eso tratamos de cuidar al otro, así sea mi rival en ese momento. La idea es que todos nos vayamos tranquilos, alguien va a ganar y alguien va a perder, pero todos debemos salir nadando, porque cada uno tiene una familia que lo está esperando en casa”.

Sobre su futuro, el caleño dice que quiere ayudar para que los saltos se conviertan en olímpicos: “Creo que vamos por buen camino, pero esto es un proceso largo. Para 2016 y 2020 ya está decidido que no estaremos presentes, pero al menos seguimos luchando. Lo bueno es que la natación es un deporte olímpico, sólo tendríamos que esperar a que habiliten nuestras modalidad. Seguimos empujando y la idea es tener éxito para que el COI se dé cuenta de que el deporte tiene futuro”.

Pero cuánto tiempo más podrá estar activo. Él lo dice claro: “Mi plan es estar hasta 2017, para el campeonato mundial de ese año de la Fina. He tenido muy buenos resultados y me siento orgulloso de poder representar a mi país para que este deporte crezca”.

El fin del viaje no podría llegar sin la gran fiesta de premiación a la que todos los saltadores llegan acompañados por sus parejas y entonces demuestran sus dotes de bailares. Orlando y Catalina, como buenos caleños, saltan a la pista a mostrar sus mejores pasos de salsita y son cubano. Pero las maletas hay que hacerlas nuevamente. El destino, Cartagena, en donde este fin de semana el colombiano saltó desde el Buque Gloria. 

olbarona@elespectador.com

Por Olga Lucía Barona Torres / La Habana

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