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Pese a las medusas, estadounidense persiste en cruzar a nado desde Cuba a EE.UU.

La estadounidense Diana Nyad, de 62 años, no se rinde ante las adversidades.

El Espectador
19 de agosto de 2012 - 05:34 p. m.

La estadounidense Diana Nyad, de 62 años, persiste este domingo en su intento de cruzar a nado desde Cuba a Estados Unidos, desafiando el cansancio, las medusas y los tiburones, una hazaña que busca acercar dos países distanciados políticamente por más de medio siglo.

"Son 19 horas a nado y que todavía está en marcha, a pesar de algunas picaduras de medusas repugnantes", señala un mensaje de twitter en la cuenta de la nadadora (http://twitter.com/diananyad) enviado poco antes de las 9:00 a.m. hora colombiana.

"Hay partículas de medusas en todas partes", señaló otro mensaje en referencia a los organismos cuyas picaduras le hicieron desistir de un intento anterior.

Nyad intenta convertirse en la primera persona que cruza nadando sin jaula antitiburones los 166 km del Estrecho de Florida, desde La Habana hasta Cayo Hueso (extremo sur del estado de Florida). El reto requerirá de unas 60 horas de esfuerzo continuo sin parar, de las cuales ya había consumido unas 20.

La nadadora, quien cumplirá 63 años el miércoles, se lanzó al mar bajo un intenso sol desde la Marina Hemingway, un club de yates en el oeste de La Habana, a las 15h42 locales (2:42 p.m. hora colombiana), un día antes de lo previsto, tras una conferencia de prensa.

Nyad, que busca un récord personal, también le da un significado político a su desafío, pues ha declarado que busca que "los dos países estén juntos finalmente".

Vestida con un traje de baño azul y negro y un gorro de goma azul, Nyad tocó brevemente un clarín y agradeció la compañía a los asistentes a su partida de La Habana. "Gracias por venir. Courage (coraje)", fueron sus últimas palabras antes de partir en una travesía cuyo inicio adelantó por temor a que varíen en los próximos días las condiciones atmosféricas.

Personas que siguen por internet la travesía enviaron mensajes de "energía y amor" a la nadadora, cuyo récord en mar abierto data de 1979, cuando nadó 165 km entre Bimini (Bahamas) y Cayo Hueso.

Por tres veces ha intentado la hazaña: el 25 de setiembre de 2011, en su tercer intento, desistió tras nadar 40 horas y haber cubierto dos terceras partes del trayecto por picaduras de las carabelas portuguesas (organismos similares a las medusas).

Un mes y medio antes, el 9 de agosto, había abandonado otro intento debido al asma y un fuerte oleaje, tras recorrer la mitad del trayecto en unas 29 horas.

Su primer intento fue en 1978, pero desistió debido al mal tiempo luego de 42 horas en el mar.

Esta vez la acompaña un equipo de yates y kayaks, integrado por una treintena de personas, entre ellas buzos expertos en tiburones, pues los dispositivos electrónicos que llevará no repelen a todas las especies de esos depredadores.

La estadounidense ha desestimado usar jaula antitiburones, dispositivo que de paso da más eficiencia a las brazadas de los nadadores.

Tampoco usó jaula la nadadora británico-australiana Penny Palfrey, de 49 años, quien desistió de la misma empresa en julio pasado, cuando llevaba en el agua 40 horas y le faltaban apenas 43 km para llegar a Cayo Hueso.

Por El Espectador

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