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Pep Guardiola: "No tengo duda de que vamos a Múnich"

El estratega azulgrana confía en que, como en otras ocasiones, sus dirigidos estarán a la altura de las circunstancias.

Redacción Deportiva
23 de abril de 2012 - 09:02 p. m.

Perdida la Liga, a Guardiola no le queda otra que la Champions. Lo sabe el de Santpedor, que hoy (1:45 p.m., Canal Caracol) podría redimirse o definitivamente perder la temporada. Mantenerse cinco años consecutivos en las semifinales del torneo continental sería un mérito fascinante para cualquier equipo, pero no basta para este Barcelona cercano a lo absoluto, que ha ganado 13 de los 16 títulos que ha disputado con Pep.

Luego de la derrota del sábado ante el Real Madrid, el técnico azulgrana manifestó su completa confianza al grupo que dirige. “Veremos hoy si esto nos pasa factura, pero creo que se levantarán y ya buscaremos la manera de que las cosas nos salgan ante el Chelsea. Lo que pase marcará mucho el futuro de lo que nos queda de temporada”, afirmó. Exigido al límite, el equipo catalán deberá reinventarse para salir airoso. Ya lo hizo antes. Cuando perdió 3-2 con Osasuna, en la fecha 23 de la Liga, encadenó 10 victorias en línea hasta reducir la ventaja que le llevaba el Madrid. Como si, cada cierto tiempo, la adversidad funcionara como revulsivo, bofetada necesaria o extraña motivación.

“No tengo duda de que vamos a estar en Múnich”, dijo ayer en las declaraciones previas al partido de vuelta. “Afronto el partido con optimismo, avalado por mi fe inquebrantable en los jugadores. Déjeme pensar que estos jugadores eliminarán al Chelsea. Asumo mi responsabilidad, pero es la hora de ellos. Mañana lo volverán a hacer”. Preguntado sobre si prefiere pasar, aunque jugando mal, fue contundente: “claro, pasar. Pero la idea no se toca. No se cambia”.

Antes, Piqué había negado cualquier diferencia con el entrenador, que no lo alínea desde la vuelta de los octavos de final. “Los dos llegamos juntos el mismo año, él como técnico y yo como jugador. Hemos formado parte de una etapa muy bonita del club, confío mucho en él, ama este club y no hay pasión más fuerte para él que seguir”, afirmó el zaguero, a lo que su entrenador respondió: “Le tengo un aprecio muy grande. Todo lo demás son decisiones mías, si juega o no”. Guardiola recordó que le pagan para tomar decisiones, y que es técnico del Barcelona no porque lo haya colocado allí “un primo lejano”.

Anticipó el entrenador un encuentro en el que no tendrán muchas ocasiones. “Por lo tanto, paciencia e intensidad, porque lo podemos sacar”. A Messi le dio el espaldarazo usual: “No puedo estar preocupado porque Messi no marca. Nos estamos acostumbrando a que haga tres goles y dé las mismas asistencias. Su juego tiene mucha incidencia en ataque, pero démosle tranquilidad y permitamos que no marque hasta cuando él quiera”.

La última gran remontada de los catalanes frente al Chelsea la sufrió Roberto Di Matteo, en la edición 1999-2000 del torneo continental. El italiano era mediocampista del cuadro londinense, que en Stamford Bridge se había adelantado 3-1. A la vuelta, en el Camp Nou, los de Van Gaal ganaron por idéntico resultado y lograron otros dos goles en el tiempo complementario, para imponerse y llegar a la semifinal frente al Valencia, que los eliminaría.

A juzgar por sus declaraciones previas, Di Matteo prefiere no recordar demasiado aquel capítulo. “Eso ya es pasado. Nuestro equipo es más fuerte que aquel”, zanjó, y se refirió entonces al presente: “Hay un 50% de posibilidades de pasar. Tenemos ventaja y sabemos que va a ser muy complicado. Con este resultado tenemos más opciones que ellos”, señaló. El estilo que seguramente empleará, aplicarse en defensa y contragolpear, no lo ruboriza. “Respeto al que no le guste pero yo estoy en desacuerdo. El Barcelona creará ocasiones porque ante todos los equipos lo hace. Intentaremos marcar pero sobre todo limitar sus opciones. Hay que limitarlos en ataque, pero buscaremos anotar porque habrá más posibilidades de pasar a la final”, reconoció.

El español Fernando Torres, que podría ser titular ante las molestias de Drogba, dio en el clavo: “el mejor equipo no siempre gana”. La frase definió la ida y también lo que podría ser esta vuelta. “Está claro que el Barcelona está un paso por delante que los demás clubes. Han alcanzado las últimas cinco semifinales y eso no es nada fácil, pero esto es fútbol”. El delantero entiende lo esencial. “Muchos equipos que juegan contra el Barcelona piensan que debes robarles el balón, pero creo que eso no es posible. Tienes que utilizar otras armas diferentes contra ellos”.

Alguna vez, invitados por un banco español, Guardiola y el cineasta Fernando Trueba hablaron del futuro. El entrenador confesó que lo cansaba planear a largo plazo, un año o un año y medio, pero que lo apasionaba proyectar un encuentro.

“Lo más maravilloso de mi profesión”, dijo entonces Pep, “es imaginar el partido que va a suceder con los jugadores que tengo, las herramientas y el contrario, soñar que va a pasar”.

“¿Y a veces pasa, sucede lo que sueñas?”, preguntó Trueba.

“¡Hombre sí!, a menudo, claro”, respondió.

Hoy, en otra gran cita, Guardiola deberá materializar el sueño. Nobleza obliga.

Por Redacción Deportiva

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