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Reinaldo Rueda: 'Colombia vive una época dorada'

El estratega vallecaucano que dirige a Ecuador dice que no está en la cuerda floja, pero que no puede perder el domingo.

Daniel Avellaneda
06 de junio de 2012 - 09:22 p. m.

Aquellos que conocen profundamente a Reinaldo Rueda saben que no es un hombre de caerse anímicamente. Bastaba verlo conducir la práctica de la selección de Ecuador aquí, en Casa Amarilla, el campo de entrenamientos de Boca Juniors: con una sonrisa dispuesta, siempre confidente con Alexis Mendoza, su mano derecha que lo acompaña desde los tiempos en los que dirigía Honduras, equipo con el que se clasificó al Mundial de Sudáfrica. Imposible derrumbarse espiritualmente para este entrenador vallecaucano que casi se encontró con la muerte en los Alpes suizos, cuando protagonizó un accidente vehicular. De todos modos, en las últimas horas, especialmente después de la goleada de Lionel Messi, Kun Agüero y compañía, a Rueda se le observó herido. Con sed de revancha. Y con la seguridad de que el panorama podría complicarse si el domingo, en el estadio Atahualpa de Quito, no cuadra caja ante el combinado colombiano que alguna vez dirigió, el mismo que ahora encabeza el argentino José Pékerman. Otra derrota podría terminar precipitadamente con su ciclo, más allá de que hasta el presidente de la nación, Rafael Correa, se comunicó telefónicamente con él.

La presencia de Luis Chiriboga, presidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), en el entrenamiento de ayer marca claramente que Rueda está bajo examen. Porque lejos de mostrarse como dirigente, más bien pareció un integrante del cuerpo técnico, agitando sus brazos, dando indicaciones y motivando a los futbolistas, que lo observaban absortos. El estratega colombiano sabe que está bajo la lupa. Incluso algunos periodistas ecuatorianos aseguran que se deja influenciar por el titular de la FEF, quien le habría sugerido algunos cambios porque “para clasificarnos al Mundial, necesitamos ser fuertes, como lo hicimos en las eliminatorias a Japón-Corea 2002 y Alemania 2006”. Y enfatizó: “En la de Sudáfrica 2010 empatamos 1 a 1 en Buenos Aires, y después nos quedamos afuera. Por eso no hay que lamentarse por perder fuera de casa, pero en Quito hay que ganar o ganar”.

Chiriboga y Rueda hablaron por espacio de una hora. El presidente le manifestó la necesidad de cambiar de cabo a rabo el equipo. Y así como el colombiano había dicho por aquí que no valía la pena “llorar sobre la leche derramada”, el máximo directivo advirtió: “Lo importante es plantear el partido como suele hacerlo Ecuador en Quito”. Por eso mismo el técnico haría cinco cambios respecto al equipo que cayó goleado en el Monumental. Con Walter Ayoví suspendido por acumulación de tarjetas amarillas, la presencia de Jefferson Montero es fija.

El periodismo ecuatoriano está que vuela. “Rueda traicionó el estilo de Ecuador”, dice Santiago Guerrero Vinueza, del diario Súper de Guayaquil. Y añade: “El colombiano se equivocó de manera escalofriante. Campos y Guagua nunca habían jugado juntos. Y tantos errores no se pueden perdonar contra un equipo que te lleva por delante”. Para Carlos Morales, del periódico El Comercio, “o a Rueda no lo conocemos tanto como creemos o se equivocó con la alineación que utilizó ante Argentina. El equipo era otro, sin ninguna duda. No se puede regalar nada contra jugadores como Messi o Higuaín”.

Pero en medio de la presión, Rueda está tranquilo. “El resultado en Buenos Aires fue un accidente del fútbol. A las grandes selecciones y a los clubes más importantes del mundo les ha pasado. Eso ya quedó atrás y esta semana hemos trabajado de manera excelente para superar a Colombia. Está claro que es uno de nuestros rivales directos y que lo enfrentaremos en nuestra casa, en donde no podemos perder puntos”, sentenció.

Advirtió también que “una derrota frente a Argentina no puede dejar en la cuerda floja a ningún técnico del mundo, porque es normal que se pierda contra esa potencia histórica de nuestro deporte. Ya caer ahora en Quito sería otra cosa, pero ni yo ni mi equipo contemplamos esa posibilidad, así reconozcamos que Colombia está viviendo una nueva época dorada, con una fantástica generación de jugadores de primer nivel, ya maduros en el aspecto personal, físico y futbolístico”.

El vallecaucano concluyó insistiendo en que “la clave para ganarle a Colombia no es ningún secreto. Hay que quitarle la pelota y presionarla, como lo hizo Perú durante buena parte del partido del domingo. Lo otro es aprovechar las opciones de gol y ser contundentes”.

Por Daniel Avellaneda

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