En una reunión celebrada en la 'City', en vísperas del torneo de Wimbledon, tercero del Grand Slam y que se juega sobre césped, el presidente y director ejecutivo del organismo rector del tenis masculino, Brad Drewett, señaló que "la tierra batida azul no será permitida el proximo año", a causa de la fuerte polémica que desencadenó.
El serbio Novak Dokovic, N.1 mundial, y el español Rafael Nadal (N.2), entre otros, criticaron este tipo de arcilla por ser más rápida y deslizante que la tradicional de color ocre, y amenazaron con no volver a disputar la prueba si se mantenía esta superficie.
Ambos tuvieron magros desempeños y se sintieron muy incómodos en la cancha, cayendo en las primeras rondas de la competición.
La ATP se fundamentó, a pesar de la cerrada defensa que hicieron en su momento los organizadores del torneo, en que esta arcilla no es la adecuada para un torneo de este nivel.
"A pesar de que la tierra batida azul ofrece una mejor visibilidad para la televisión, está claro que hubo varios problemas con la calidad de los courts de Madrid este año", declaró el responsable.
Añadiendo, éstas "no son aceptables en un torneo de la ATP World Tour Masters 1.000, uno de nuestros grandes eventos a nivel mundial. De manera independiente del color, debemos primero asegurar que las canchas sean parejas y seguras para todos los jugadores".