Una batalla contra sí mismo

Una peritonitis lo alejó dos meses del tenis. Su objetivo en 2013, sin embargo, es clasificar al Grupo Mundial de la Copa Davis.

El Espectador
22 de febrero de 2013 - 05:00 p. m.
Giraldo ahora ocupa el puesto 68 del escalafón.   / Luis Ángel
Giraldo ahora ocupa el puesto 68 del escalafón. / Luis Ángel

Su apariencia no supondría nunca que perdió dos meses, entre septiembre y noviembre, recuperándose en su cama de una peritonitis. Antes de charlar con El Espectador, Santiago Giraldo, vestido de camisa y pantalón como las cámaras nunca lo enfocan, firma autógrafos en un escenario atípico para él, en la Copa femenina Colsánitas de Bogotá, a la que asistió para apoyar a su coequipera Mariana Duque. “¿Santi Giraldo? ¿Pero tú qué haces aquí?”, le pregunta un niño, emocionado. “¡Eres increíble!”. Increíble como que luego de pasar por dos intervenciones quirúrgicas —una para detener una infección— luzca con la sonrisa y el optimismo de siempre, justo antes de viajar en la medianoche del jueves a México para enfrentar desde el lunes el ATP 500 de Acapulco.

Rafael Nadal, separado del tenis siete meses por inflamación en sus rodillas (síndrome de Hoffa), acaso encontró complicidad en Santiago Giraldo cuando éste le contó en el ATP 250 de Viña del Mar que su vida peligró por una peritonitis que obligó a una segunda intervención quirúrgica, pues primero había sufrido sólo de apendicitis. “¿Cómo fue? ¿Qué pasó? ¿Cómo evolucionaste?”, le indagó el español, número cinco del mundo y amigo suyo del circuito. Entonces el colombiano, que pasó del puesto 43 al 68 desde la enfermedad hasta la actualidad, contó la historia que les ha repetido a cientos que se preocuparon por su salud: Que el 13 de septiembre, en pleno Challenger Seguros Bolívar, sintió un chuzón en el abdomen, que luego de las operaciones perdió 11 kilos, que no empuñó una raqueta en 63 días, que se recuperó en la tranquilidad de su casa campestre en Pereira y que ahora lucha, al igual que el mismo Nadal, por regresar al nivel de tiempos mejores.

“Con mi carácter, mi forma de ser y mi visión, si te digo que estoy disfrutando, te estaría mintiendo. Me dicen que es muy duro por ahora conseguir los resultados de antes y me da rabia, me presiono. Porque es mi forma de ser, pues mi conciencia sólo descansa si me esfuerzo al máximo. Ahora mismo con menos tenis, menos cabeza y físico, estoy peleando por regresar”, dice Giraldo antes de viajar a Acapulco.

El risaraldense defenderá las semifinales que alcanzó en 2012, instancia en la que cayó con el español David Ferrer. Además, ese certamen significará su séptimo torneo de 2013, año en el que ha ganado sólo dos juegos. Y pensar —dice— que de no ser por la enfermedad, esta temporada pelearía por terminar entre los mejores 30 del escalafón. “Ahora el objetivo, en cambio, es acabar entre los 50”, explica.

“Me desvié muchísimo, pero es normal porque no jugué el 25% de los torneos de 2012 y apenas estoy recuperando niveles perdidos. Para eso debo apretar más. Por eso me maté en la pretemporada, para estar compitiendo aún en proceso de recuperación”, explica el pereirano de 25 años, quien en estos momentos ha apelado mucho a la paciencia y la neurolingüística. “Entre punto y punto me digo a mí mismo: ‘Tranquilidad, tranquilidad’. Si no gano un punto de quiebre me recalco: ‘Date otra oportunidad’. A veces me da rabia, porque no soy conformista, pero trato de controlarme así. De todas maneras tengo mucho tiempo para volver a reencontrar mi nivel. Hay mucha tela por cortar”.

Entre una de las metas de 2013 está clasificar, por primera vez, al Grupo Mundial de la Copa Davis. En 2010 se acercaron, pero Estados Unidos se impuso en el repechaje disputado en la Plaza de Toros de Santamaría, de Bogotá. El próximo rival será Uruguay, el 5 de abril, en el Complejo Tenístico Fabiola Zuluaga, y en caso de ganar el equipo, que estrenará como capitán al exjugador Mauricio Hadad, se enfrentará con una selección por definir. “Podría ser Suiza en Suiza o España en Colombia. No se sabe. Lo que sí es cierto es que hay que superar a Uruguay. Somos favoritos: yo me estoy recuperando, (Alejandro) Falla pasa por un excelente momento y la pareja de dobles (Juan Sebastián Cabal y Robert Farah) marcha bien”.

Además, dice Giraldo, “hay mucho apoyo económico, las empresas privadas se están interesando en nosotros cada vez más. También la inclusión de Mauricio Hadad como capitán es importante. Creemos que es una persona idónea para esto, por su experiencia como jugador de Copa Davis y su tacto como entrenador activo. Por eso creemos que tenemos muchas posibilidades de dar la sorpresa este año en la Davis y clasificar de una buena vez al Grupo Mundial. Ahora es cuando”.

Su equipo de Copa Davis necesita más que nunca que Giraldo recupere el nivel que lo llevó a conseguir la mejor ubicación histórica de un colombiano (39). Lo hizo justo antes de que una peritonitis se convirtiera en una pesadilla y casi en su condena.

Por El Espectador

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