Subsisten grandes problemas no resueltos en la política fiscal, algunos de los cuales se han agravado, antes que solucionado, en los últimos años.
Un informe elaborado por Fedesarrollo indica que se hace necesario establecer una regla fiscal al estilo de Chile que garantice un balance primario estructural positivo, con el doble fin de que la política fiscal se constituya en un mecanismo contra cíclico permanente, y no sólo ocasional como resultó ser el caso en 2009, y de garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Advierte el estudio que el balance del sector público en Colombia en 2010 será el peor dentro de las principales economías de América Latina y en este año el gasto público no podrá impulsar la reactivación por la restricción fiscal que le impone el no haber ahorrado durante el período de boom.
El Gobierno lleva tres lustros sin financiar plenamente sus gastos corrientes con ingresos corrientes, lo cual resulta insostenible a largo plazo y demuestra la necesidad de lograr superávits primarios estructurales.
Propone el informe que para solucionar estos problemas fiscales se requiere de una reforma tributaria estructural que aumente el recaudo neto entre 1% y 1,5% del PIB (producto interno bruto), como una moderación en la tendencia del gasto público que permita reducirlo como proporción del PIB en una cifra similar.
Resulta indispensable mejorar la eficiencia en la asignación y la ejecución del gasto público, destaca el informe de Fedesarrollo.
Propuestas
Es necesario recuperar un manejo más tecnocrático en la conformación de los presupuestos de inversión, fortalecer la capacidad técnica en las entidades públicas que formulan y ejecutan políticas sectoriales (especialmente en las áreas de infraestructura vial, inversión rural y protección social) a escala nacional, departamental y local, y garantizar una mayor transparencia en su ejecución.
El progreso en estos frentes resulta de especial importancia ante la inminencia de una importante bonanza minero energética en los próximos lustros.
Sin una política fiscal claramente contra cíclica y una inversión pública más eficiente, no sólo pueden desperdiciarse los recursos fiscales provenientes de la bonanza, sino que la economía nacional puede contraer una severa enfermedad holandesa, en la que una apreciación excesiva del tipo de cambio no compensada por aumentos en productividad, advierte el informe de Fedesarrollo.