La reforma tributaria para la salud presentada por el Gobierno y que busca recaudar cerca de 1.2 billones de pesos, está a punto de naufragar en esta legislatura.
Pese a que el Gobierno se ha mostrado optimista desde el momento que radicó el proyecto en el legislativo, algunos parlamentarios afectos al Ejecutivo no se encuentran muy seguros de que la iniciativa sea aprobada antes de que se posesione el nuevo Congreso.
Una fuerte presión vienen ejerciendo los gremios de las cervezas, vinos, cigarrillos, loterías y juegos de azar para evitar que el incremento del IVA, que a juicio de ellos los afecta, si se convierte en ley.
Los únicos que se encuentran satisfechos con la reforma tributaria presentada por el Gobierno son los gobernadores que verán fortalecidas sus arcas departamentales.
Las Comisiones económicas del Congreso invitaron a los dirigentes gremiales para que ante un reducido número de parlamentarios que asistieron a la audiencia pública programada para este martes, presentaran sus inquietudes y nuevas propuestas que deben ser incluidas en la ponencia, que seguramente será presentada la próxima semana.
Varios parlamentarios que están de acuerdo con la propuesta manifestaron que es difícil que el proyecto sea aprobado como lo presentó el Gobierno, sin que sufra cambios substanciales.
La reforma tributaria para la salud fue presentada por el Gobierno, una vez la Corte Constitucional declaró inexequible los decretos con carácter fiscal dictados al amparo de la emergencia social.