El ministerio de Hacienda anunció que sigue con el proceso de venta de la Empresa de Energía de Boyacá (Ebsa), en donde el Gobierno tiene una participación de 99,6%, y con la cual espera recibir alrededor de 500.000 millones de pesos.
Sin embargo un documento de Planeación Nacional advierte que el proceso para la venta de las electrificadoras de Boyacá y Meta (que se prevé saldrá en unos meses) tomará más tiempo.
Recientemente el ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga manifestó que ante el descalabro con la venta de Isagen y la demora en la privatización de las electrificadoras, el Gobierno recurre a incrementar la deuda pública.
Explicó que en el mercado externo se conseguirán 1.000 millones de dólares y en el interno por lo menos 2 billones de pesos.
El Gobierno ha insistido en que la venta de la empresa de energía de Boyacá se cumplirá en dos etapas: primero se ofrece al sector solidario y luego al privado.
Recuerda el estudio que en la primera fase podrán participar los trabajadores y pensionados de las empresas, así como ex trabajadores, asociaciones de empleados o ex empleados, sindicatos, federaciones y confederaciones de sindicatos, fondos de empleados, fondos mutuos de inversión, fondos de pensiones y cesantías, entidades cooperativas y cajas de compensación familiar.
En la segunda etapa, las acciones que no se logren colocar en el sector solidario serán ofrecidas a personas naturales o jurídicas.
Admite que la demora en la venta las empresas de Boyacá y Meta, han sido por los inconvenientes en su mayoría políticos y de orden legal por acciones interpuestas como tutelas.
Reconoce también que ahora la Empresa Públicas de Medellín (EPM) como la Empresa de Energía de Bogotá (EEB) han manifestado que dentro de sus planes no está el de comprar otras electrificadoras.
El proceso para la venta de las electrificadoras de Boyacá y Meta (que se prevé saldrá en unos meses) tomará más tiempo, dice el informe.
Entre las empresas que también tiene planeada la venta de acciones están la de Caquetá, Huila y Nariño.