La presidente argentina, Cristina Fernández, le pidió el miércoles a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que tenga en cuenta la menor escala de la economía de su país a la hora de analizar las divergencias que surgen entre los dos mayores socios del Mercosur.
"Somos una sociedad, pero en la que hay un socio mayoritario y uno minoritario por el tamaño de las economías", afirmó la jefe de Estado de Argentina en un discurso que pronunció tras una reunión de trabajo que tuvo con Lula en Brasilia.
"Los dos países somos socios, pero Argentina no puede desconocer la mayor escala de la economía brasileña, una economía fuerte en el mundo y producto de muchos años de un proceso exitoso de industrialización" , agregó Fernández.
La presidenta alegó que Argentina, además de tener una población y un mercado menores, sufrió un proceso de desmonte de su parque industrial que sólo ahora se está recuperando.
En la cita del miércoles en Brasilia fueron discutidas principalmente fórmulas para superar las divergencias surgidas por las medidas adoptadas por Argentina, para proteger algunas industrias de su país y que afectaron exportaciones de diferentes sectores brasileños.
Brasil, en respuesta, también impuso licencias no automáticas para el ingreso de diversos productos provenientes de Argentina, que afectaron principalmente a alimentos como el ajo, harinas de trigo, aceitunas, aceites y comida para animales, entre otros.
Fernández alegó que Brasil tiene que entender que un aumento de las exportaciones argentinas de manufacturados puede ayudar a Argentina a reducir su enorme déficit comercial con el vecino, a impulsar su industria y a desarrollarse.
"La clave es que tenemos que pensar en el desarrollo de los dos países. Para que sigamos comprando de Brasil, tenemos que desarrollarnos en Argentina" , agregó Fernández, quien destacó el papel de la industria como sector capaz de ofrecer los mejores salarios.
"Necesitamos de un trabajo bien remunerado para que podamos tener la balanza comercial nivelada, es algo importante para ambos", dijo.
Fernández aseguró que, pese a las diferencias económicas, Argentina considera a Brasil como su principal socio y ha adoptado decisiones políticas para fortalecer esa relación.
Entre tales decisiones en las cuales, dijo, el factor político pesó más que el económico, citó la de comprar 20 aviones del fabricante brasileño Embraer para renovar la flota de Aerolíneas Argentinas y la de adaptar el modelo nipón-brasileño de televisión digital.
De acuerdo con Fernández, pese a que en la adquisición de los aviones influyó el crédito ofrecido por el banco de fomento al desarrollo de Brasil, la decisión también fue una opción política.
"Cuando tomamos la decisión estratégica de adoptar la norma japonesa para la digitalización de la televisión también fue para fortalecer la asociación y profundizar el Mercosur" , agregó.
Fernández anotó que esas decisiones dejan claro que existe en Argentina una profunda convicción de que tiene que profundizar su relación con Brasil.
"También es claro que en momentos de crisis como el actual surgen en la relación dificultades que tienen que ser abordadas con claridad, para que podamos encontrar instrumentos que nos ayuden a resolverlas" , agregó al referirse a las actuales divergencias.
En varios apartes de su discurso Fernández insistió en que los dos países tienen que tener la "suficiencia inteligencia" para no perder de vista la importancia de la asociación y saber superar sus problemas puntuales, que son causados por intereses menores.
"A la hora de la verdad lo que tiene que ser observado son los números concretos de nuestra asociación, el valor de los intercambios comerciales entre los dos países, y no errar a la hora de tomar las decisiones" , dijo.