Colombianos, con mejores condiciones de vida pero con menos plata

El Gobierno destacó el descenso en 2,4 puntos porcentuales de la pobreza multidimensional. Sin embargo, en pobreza extrema y pobreza en términos monetarios hay más colombianos que en 2015. Expertos señalan logros y retos pendientes.

Stefany Castaño Muñoz
23 de marzo de 2017 - 04:50 a. m.
 Gobierno dice que 5,1 millones de personas superaron la pobreza multidimensional (IPM) desde 2010.  / Andrés Torres
Gobierno dice que 5,1 millones de personas superaron la pobreza multidimensional (IPM) desde 2010. / Andrés Torres
Foto: ANDRÉS TORRES/ EL ESPECTADOR -

En el país, según el presidente de la República, Juan Manuel Santos, los colombianos han progresado en índices de pobreza, pues 5,1 millones de personas superaron la pobreza multidimensional (IPM) desde 2010. El dato se desprende del informe revelado ayer por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), el cual establece que el IPM, que mide las privaciones de los colombianos en cuanto a salud y educación, entre otros aspectos, bajó 2,4 puntos, de 20,2 % en 2015 a 17,8 % el año pasado.

Frente a estas buenas nuevas es posible sentirse orgulloso, pues millones de ciudadanos cuentan ahora con una vivienda digna, agua potable, más educación y un trabajo formal. Sin embargo, el dato resulta ser una luz en un panorama económico nacional sombrío, en el que los impuestos subieron, algunos sueldos decrecieron y el desempleo se estimó en 9,2 %, según el DANE.

El dato de pobreza multidimensional es favorable, más para un mandato que está culminando y tiene que mostrar un balance a la ciudadanía. No obstante, ¿qué pasa con el índice que muestra la pobreza extrema y la pobreza monetaria en el país? ¿Son estas menos relevantes que la pobreza multidimensional? Estos índices, en contraste, sí subieron y, a pesar de que el Gobierno puso mayor énfasis en las cifras positivas, en Colombia hay más personas pobres en términos monetarios —o de ingresos— y en la pobreza extrema que hace dos años.

En cifras del DANE, entre 2015 y 2016, la pobreza monetaria en Colombia subió levemente, al pasar de 27,8 % a 28 %, mientras que la pobreza extrema con respecto a la población total nacional fue del 8,5 %, es decir, aumentó 0,6 puntos porcentuales con respecto a 2015. De acuerdo con el economista José Roberto Acosta, miembro de la Red por la Justicia Tributaria en Colombia, los datos más influyentes para la economía nacional son los dos últimos mencionados, pues son los que revelan en números brutos el verdadero estado del bolsillo de los ciudadanos.

“La pobreza multidimensional mide datos cuantitativos y cualitativos. Entre esos se encuentran el estado de ánimo. Pero lo que en realidad afecta las finanzas de los colombianos es el dato de la pobreza monetaria, pues para qué sirve tener agua si al final no tienen con qué comprar los alimentos diarios”, indicó Acosta.

Es así como, en efecto, resulta sorprendente que en Colombia existan menos personas en la pobreza cuando la inflación del último año escaló hasta 5,7 %, una de las más altas en los últimos años, y cuando el paro camionero pasó su cuenta de cobro al Gobierno y a todos los colombianos, para quienes se encareció el costo de vida.

“No obstante, y para ser justos, durante el mandato de Juan Manuel Santos sí ha habido una baja muy grande y significativa en pobreza multidimensional, que demuestra que es más fácil llevarles bienes públicos a las personas que mantenerles ingresos adecuados”, dice Cecilia López, exministra y exdirectora del DNP, quien asegura que es innegable que este gobierno ha hecho un esfuerzo por disminuir la pobreza, pero la mejoría en desigualdad ha sido muy pequeña. “El Gini mejoró muy levemente. Colombia ya sabe bajar la pobreza, pero todavía no sabe cómo hacer cambios drásticos en la concentración de ingresos. Para eso debe haber cambios más estructurales, como distribución de la tierra, un sistema impositivo que grave más a quienes más tienen. Eso va muy lento”, comentó López.

Aunque el Gobierno celebre los últimos datos revelados y resalte las mejoras en salud, vivienda y educación, es innegable la realidad de muchos colombianos que cayeron en la pobreza y en la pobreza extrema. Por lo demás, como también señala López, un vasto porcentaje persiste como población vulnerable, a la cual, “si no se le presta atención, no se le generan empleo y acceso a bienes públicos, puede volver a ser pobre y perderemos las ganancias”.

Queda trabajo por hacer para superar la desigualdad y la reciente cifra de 8,5 % que establece la pobreza extrema en el país, con los retos que significa una economía con menor crecimiento que el de los últimos años. Ahí aparece el plan para dinamizarla, el Colombia Repunta, el mismo plan del Gobierno que todo el mundo espera que funcione. Y por supuesto, también, los más pobres.

Por Stefany Castaño Muñoz

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