¿Cuáles son los límites de la ciencia?

Juan Enríquez Cabot, fundador del Proyecto de Ciencias de la Vida en la Escuela de Negocios de Harvard, habla sobre las próximas transformaciones evolutivas del cuerpo humano, la vida en otras galaxias, la clonación y la existencia de Dios.

03 de junio de 2017 - 03:00 a. m.
¿Cuáles son los límites de la ciencia?

¿Será la ciencia capaz de revivir un mamut? ¿Qué pasa con la energía de un hombre cuando muere? ¿Hay vida en otros planetas? Estos son algunos de los interrogantes que responde Juan Enríquez Cabot, fundador y exdirector del Proyecto de Ciencias de la Vida en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard y uno de los invitados especiales al World of Business Ideas (WOBI), el evento que reúne a las mentes más inquietas y brillantes del mundo y que este martes 6 de junio llegará por primera vez a Bogotá.

En entrevista con El Espectador, Enríquez Cabot se refiere a las tendencias tecnológicas que transformarán la vida cotidiana de los hombres en un futuro cercano, en particular a los usos de los robots y de las impresoras en tercera dimensión. Habla, además, de la clonación, los límites éticos de la ciencia y la existencia de Dios, y revela que en una de las empresas que lidera ya están trabajando en un prototipo de máquina capaz de identificar y reproducir los pensamientos.

¿Qué pasa con la energía, la conciencia y el alma de las personas cuando mueren?

Los humanos somos un pequeño recoveco en un océano de entropía. La energía se disipa. La conciencia, por ahora, se disipa y se pierde. Y el alma...

¿Se podrán revivir animales extintos?

Sí, esto ya se logró con bucardos, una especie de cabra montés ibérica, y quizás pronto se logrará con un tipo de paloma y tal vez hasta con los mamuts.

¿Cuál será la próxima transformación evolutiva del cuerpo humano?

Los discapacitados se están volviendo supercapacitados. Algunos de quienes tienen piernas artificiales ya pueden correr más rápido que campeones olímpicos. Implantes auditivos permitirán oír mejor que cualquiera de nosotros. Exoesqueletos permitirán a quienes están paralizados cargar más que nosotros… Los “normales” quizás empiecen a alterarse voluntariamente…

¿En algún momento los robots podrán pensar y sentir?

Depende de qué tan flexibles seamos en nuestra definición de pensar y sentir. Hay aspectos del “pensar” que ya hacen mejor que nosotros, y no sabemos cómo lo hacen. Por ejemplo, en Wall Street, robots llevan a cabo más compra-ventas que inversionistas individuales. El sentir, quizás eventualmente “sientan” de otra manera…

¿Una impresora 3D podrá producir alimentos?

Ya lo hace.

¿Hay vida en otras galaxias?

Casi sin lugar a dudas.

¿Dios existe?

Nuestra definición de “Dios” siempre ha sido sujeta a una continua evolución. Basta visitar un museo de arqueología para constatar que empezamos considerando dioses a algunas rocas y arbustos sagrados. Luego a los elementos como el agua o astros, o volvimos la vista al cielo… el Sol, la Luna, Marte… Pasamos por múltiples dioses, desde serpientes emplumadas, Neptuno, Zeus, Poseidón… Eventualmente Abraham dio pie a las religiones judías, cristianas y musulmanas, con todas sus variantes y permutantes. En este contexto… ¿acaso pudiera ser un poquito arrogante decir que somos dueños, hoy día, de la verdad final y absoluta sobre este tema… y que nuestro concepto de Dios nunca va a cambiar o evolucionar?

¿En términos éticos, cuáles son los límites de la ciencia?

Los límites siempre cambian y evolucionan. Cosas que horrorizarían a nuestros abuelos, hoy nos parecen perfectamente normales y naturales. Por ejemplo, podemos posponer el tener hijos indefinidamente. Podemos concebir sin que se junten dos cuerpos. Podemos congelar óvulos fertilizados, antes de un tratamiento de cáncer, usar una madre sustituta y tener una hija en décadas… Y también, cosas que le pudieran parecer perfectamente naturales a algunos de nuestros bisabuelos, hoy nos horrorizan… discriminar contra razas, contra mujeres, golpear familiares, esclavitud.

¿Está de acuerdo con la clonación?

¿De qué? Sin clonación de bacterias no habría yogurt, cervezas o la mayoría de las medicinas contra el cáncer. ¿De plantas y animales?, sí. Ya clonamos a treinta y cinco especies de mamíferos. ¿De humanos?, aún no. La tecnología es aún muy primitiva y poco predecible. Pero en unos años, cuando sea un procedimiento estandarizado y seguro, si mis hijos perdieran en un accidente a su hija de un año…

¿Será posible conectar la mente a un dispositivo y reproducir los pensamientos?

Algún día quizás; ya estamos trabajando en un prototipo primitivo en una de nuestras compañías…

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