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Los días de una tasa de cambio por debajo de $3.000 parecen cada vez más lejos: este miércoles el dólar llegó a los $3.500. El techo se rompió en los primeros minutos de negociación de la divisa, luego de que en la jornada del martes cerrara a cuatro pesos de distancia del nuevo récord histórico. El euro, por su parte, llegó a los $3.831.
Entre los factores coyunturales que han dado los analistas para explicar la trepada del dólar durante los últimos días están la crisis política en Perú y la crisis económica argentina: mercados emergentes, al igual que Colombia, cuyos contextos generan incertidumbre para la inversión.
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Estos elementos se han sumado a la tensión por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha desestimulado el comercio mundial y arrastrado las monedas de los emergentes, así como al temor de un brexit sin acuerdo.
Como dijo Marc Hoffstetter, profesor de economía de la Universidad de los Andes, a El Espectador durante la jornada de ayer, lo que se ha visto no es otra cosa que la continuidad de una tendencia volátil de la moneda colombiana por cuenta de factores estructurales.
Entre esos factores están la poca diversificación de la canasta exportadora colombiana, altamente dependiente de las ventas externas de minero-energéticos. Es decir, commodities vulnerables a los vaivenes de los mercados internacionales.
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Asimismo, se cuentan los altos déficit externo e interno en la cuenta corriente, y la decisión del banco central de no intervenir en la tasa de cambio.
Al momento de esta publicación el dólar se cotizaba a $3.499,48, mientras que los precios del petróleo iban a la baja: el barril de referencia WTI se cotizaba 0,21 % a la baja, a US$53,51, mientras que la referencia brent (la de Colombia) se ubicaba en US$58,54, 0,59 % menos que el cierre anterior.
¿A quién beneficia y a quién afecta?
Como es usual al hablar de tasa de cambio, es claro que entre los beneficiados pueden estar los empresarios exportadores, debido a que pueden recibir más pesos a cambio de dólares. Sin embargo, no sólo las exportaciones han caído (más de 11 % en agosto, según el Dane), sino que actores como la Cámara de Comercio Colombo Americana han dicho que debe trabajarse en una cultura realmente exportadora y diversificada, para que el país no sea solo vendedor de excedentes en tiempos de un dólar caro.
Asimismo, pueden ser beneficiados quienes reciban remesas. Por el contrario, quienes salen afectados son los importadores, pues sus compras se encarecen, así como quienes tienen deudas en dólares. Mientras tanto, los hogares colombianos pueden verse afectados debido a un eventual aumento de la inflación: como ha destacado la firma Raddar, el porcentaje de bienes importados que hacen parte de la canasta familiar pasó del 11 al 15 % tras la actualización de febrero de 2019.