El gas natural quiere ser el futuro energético del país, si lo dejan

La regulación para el sector del gas que tiene Colombia no está diseñada para el mercado que viene a futuro. Está hecha para un corto plazo y, de cara al offshore, debe haber un cambio fuerte en el sector, dice analista.

Jorge Sáenz V./@jsaenz_v
21 de marzo de 2018 - 07:15 p. m.
Getty Images
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Pese a que las compañías petroleras concentran su actividad en hallar crudo, el país tiene mucho gas por descubrir. Este combustible se ha puesto de moda por la aceleración de los efectos nefastos del cambio climático. Lo que reclaman los actores de la industria gasífera son políticas a largo plazo y regulación más confiable en horizontes extensos.

El presidente de la Asociación Colombiana de Gas Natural (Naturgás), Orlando Cabrales, asegura que, desde el punto de vista ambiental, este combustible representa una mejoría para el aire y un ahorro.  Sin embargo, la queja de los industriales es que se ha visto una tendencia negativa para darle paso a un cambio tecnológico hacia el gas. Muchos actores del subsector del transporte están “muy jugados a continuar con diésel a pesar de los resultados de las pruebas favorables para el uso del gas”, dijo el dirigente gremial.

Cabrales destacó que si “el formulador de política no da una señal muy clara de cambio tecnológico va a ser muy difícil dar ese paso”. 

Orlando Velandia, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) señaló que el país sigue buscando gas “y el objetivo del Gobierno es garantizar que tengamos el gas que va necesitando el país, tanto en descubrimiento de campos, de producción interna, como de crear los mecanismos para que la industria y los hogares colombianos sigan contando con este combustible”.

Velandia considera que el país tiene un horizonte de unos ocho a 10 años para la administración del gas del off shore, en el mar Caribe. Eso “coincidiría justo con el horizonte de autosuficiencia que tenemos”.

La buena noticia es que en el portafolio de las grandes petroleras del mundo se encuentra el mar Caribe colombiano como una de las opciones de seguir explorando, admite el presidente de la ANH.

Desde afuera, las empresas del sector ven a Colombia como un país con reservas y potencial para desarrollar la industria interna del gas. Tiene una ubicación privilegiada para conectarse con el mercado internacional de gas, que crece y gana mayor participación en la matriz energética. “Al estar cerca de Estados Unidos, es una ventaja para desarrollar el uso del gas para la transición hacia las energías renovables”, dice Diego García, socio de la firma Bain & Company.

“Si consiguiese el mundo remplazar el mundo la generación eléctrica a base de carbón por gas natural, literalmente resolvemos el problema del COP21. No tendríamos problema medioambiental, al menos por muchos años”, sostiene García.

El analista del sector alerta que la producción local de bajo costo como Chuchupa y Ballenas. Hay que remplazar esas fuentes por gas que puede ser más caro, pero que sigue siendo más competitivo. Advierte que se va a presentar un periodo de transición en el cual el mercado tenga que acostumbrarse a precios más altos del gas. La mayoría de países han pasado por esa transición y el mercado ha continuado su desarrollo.

El país tiene muchas posibilidades de convertir recursos en reservas de gas. Por recursos se entiende la posibilidad de los descubrimientos off shore, como la denominada nueva provincia gasífera en aguas profundas del Caribe colombiano, que anunció el año pasado Ecopetrol. También se cuentan los yacimientos no convencionales, el metano de las explotaciones de carbón y el mismo proveniente de Venezuela. “El gas técnicamene está ahí. Hay que viabilizarlo desde el punto de vista económico y para eso el tema importante es que el gas requiere de una visión de largo plazo; no funciona estar cambiando cada cinco años la regulación y no funciona no darle certeza a los inversionistas”, destacó el analista de la fima Bain & Company.

“La regulación que tiene Colombia no está diseñada para el mercado que viene hacia delante. Es una regulación hecha para un mercado de corto plazo y para fuentes off shore tiene que haber un cambio fuerte de regulación”, aconseja Diego García.

García advierte que si el gas local no es competitivo con el importado (caso de las plantas de regasificación) es porque no es viable económicamente.  Las plantas de regasificación tienen que ser un complemento de la producción local, especialmente para cuando se presenten picos de consumo generados por fenómenos como El Niño.

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Los analistas presentes en el Congreso de Naturgás en Cartagena consideran que este combustible tiene potencial para crecer en todos los sectores. En el industrial tiene mucho trreno para remplazar fuentes de menor calidad, como el carbón y los líquidos (gasolina y diésel) y en el residencial la utilización del gas sigue siendo muy baja frente a países del mismo tamaño. 

Para la presidenta del Grupo Energía Bogotá, Astrid Álvarez, todavía hay mucho por hacer en el sector del gas natural. Recordó que entre 2003 y 2017 se duplicó la demanda y se triplicó el número de usuarios y de kilómetros de redes construidos. “Hay mucho por hacer pues el consumo de gas en el sector transporte es apenas de 5,96%, por debajo de la gasolina de 39,76% o el Acpm de 37,63%”, dijo.

Al igual que varios analistas presentes en el evento, Álvarez reclamó  una mayor estabilidad regulatoria y garantías jurídicas. Mencionó temas como licencias ambientales, servidumbre y consultas previas con las comunidades “que se ha traducido en un retraso de 17 meses, en promedio, en la ejecución de proyectos”.

Por Jorge Sáenz V./@jsaenz_v

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