Los jóvenes que quieren salvar al mundo

Llega a Bogotá One Young World, la cumbre de jóvenes más importante del mundo. El evento, que se realizará entre el 4 y el 7 de octubre, reunirá a más de 1.300 jóvenes líderes de 196 países.

Juan miguel Hernández Bonilla
26 de mayo de 2017 - 03:00 a. m.
Kate Robertson, cofundadora de One Young World, junto a un grupo de jóvenes colombianos.  / Cristian Garavito - El Espectador
Kate Robertson, cofundadora de One Young World, junto a un grupo de jóvenes colombianos. / Cristian Garavito - El Espectador
Foto: CRISTIAN GARAVITO

“Si ustedes los jóvenes no asumen la dirección de su propio país, nadie va a venir a salvárselo... nadie... nadie”, dijo alguna vez Jaime Garzón en una conferencia de la Universidad de Caldas, ante cientos de estudiantes que lo escuchaban con sorpresa y admiración. En 1996, unos años antes de que lo asesinaran, el hombre detrás de Heriberto de la Calle, Dioselina Tibaná y Godofredo Cínico Caspa hizo énfasis en el peligro que corría Colombia si las nuevas generaciones no se apoderaban de su futuro.

Casi veinte años después, cuando su muerte aún está impune, pero su mensaje sigue vigente, llega a Bogotá One Young World, la cumbre juvenil más importante del mundo. El evento, que se lanzó ayer en la Cámara de Comercio de Bogotá, se realizará entre el 4 y el 7 de octubre y será una oportunidad única para que las personas, entre 18 y 30 años, desarrollen nuevos emprendimientos sostenibles, expresen sus ideas sobre los temas que los trasnochan y, por fin, asuman la dirección y el rumbo de su país. Con una diferencia. Esta vez, las decisiones no sólo tendrán repercusión en Colombia, en el Davos de los jóvenes, como se lo conoce a nivel internacional. El propósito es salvar el mundo.

Aunque suene ingenuo, los jóvenes sí tienen (tenemos) la responsabilidad de transformar el entorno que los (nos) rodea. Por eso, en One Young World se discutirán temas relacionados con el medioambiente, la educación, la desigualdad, la disminución de la pobreza, el liderazgo, la política y la consolidación de la paz.

En medio de la inauguración, Kate Robertson, cofundadora de One Young World, aseguró que el contexto actual que vive Colombia, en particular el fin de la guerra y el proceso de reinserción de la guerrilla de las Farc, es un ejemplo para el mundo y fue una de las razones por las que la organización escogió a Bogotá como ciudad anfitriona del evento. “La esperanza de costruir la paz en Colombia lleva a los jóvenes a buscar ideas innovadoras para reconciliar a la sociedad. Hemos visto con asombro cómo Colombia se ha ido transformando. Esperamos que la cumbre ayude a mejorar la calidad de vida de muchos jóvenes en el país”.

Por su parte, Mónica de Greiff, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Bogotá y miembro de la junta asesora de OYW, reiteró el compromiso del sector privado en la promoción de proyectos juveniles para transformar la sociedad. “Hemos venido construyendo una red de aliados que creen y apoyan las iniciativas que vengan de los jóvenes”, añadió De Greiff.

Ejemplo de ello es la ayuda que distintos líderes juveniles de escasos recursos han recibido de parte de empresas como Avianca, Telefónica, Valorem o Unilever. Su objetivo, además de patrocinar el evento, es generar procesos y apoyar iniciativas que, desde el ingenio, la creatividad y la innovación, busquen resolver los problemas de la vida cotidiana.

La cumbre reunirá a más de 1.300 jóvenes líderes de 196 países y contará con la participación de Kofi Annan, exsecretario general de la ONU; Muhammad Yunus, premio nobel de paz; Paul Polman, director global de Unilever, y Bruce Dickinson, vocalista de Iron Maiden, entre otras personalidades internacionales.

Este proyecto, que nació en el año 2009 y se ha desarrollado en ciudades como Ottawa, Londres, Pittsburgh y Dublín, llega por primera vez a América Latina. De acuerdo con Robertson, desde su fundación, el One Young World ha impactado positivamente a 15.175 personas y cerca de 591.980 personas en el mundo han recibido capacitaciones y entrenamientos por proyectos desarrollados por embajadores.

Los organizadores del evento esperan que la cumbre genere un ingreso económico aproximado de US$4 millones. Se estima que serán necesarios 4.000 alojamientos en ocho hoteles de la ciudad y transporte y alimentación diaria para 1.500 personas.

Entonces, ahora que la sociedad está dividida por el racismo, la homofobia, la corrupción, la concentración de la riqueza, el hambre, el desplazamiento, el fanatismo y la guerra, One Young World es la posibilidad más cercana que tenemos los jóvenes para tomar las riendas de nuestro futuro. Ya no es hora de cambiar el mundo, se trata de salvarlo.

Por Juan miguel Hernández Bonilla

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