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Nobel de Economía: un reconocimiento a la búsqueda de mercados eficientes

Robert Wilson y Paul Milgrom obtuvieron el galardón conocido comúnmente como el Nobel de Economía por sus aportes a la teoría de subastas.

María Alejandra Medina
13 de octubre de 2020 - 02:00 a. m.
Robert Wilson y Paul Milgrom han sido profesores en Stanford. Wilson, vecino de Milgrom, fue quien le dio la noticia de que ambos ganaron el Nobel. / EFE
Robert Wilson y Paul Milgrom han sido profesores en Stanford. Wilson, vecino de Milgrom, fue quien le dio la noticia de que ambos ganaron el Nobel. / EFE
Foto: EFE - ANDREW BRODHEAD / STANFORD / HAN

Quizá muchas personas, al igual que Robert Wilson, laureado este lunes con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, no han participado en una subasta o por lo menos no lo recuerdan. Sin embargo, como resaltó la Real Academia de las Ciencias de Suecia, que entrega el galardón, “las subastas están en todas partes y afectan nuestra vida diaria”. Están en la publicidad que vemos en internet, en el mercado de energía (y, por lo tanto, impactan nuestras facturas del servicio público), detrás de los servicios de telecomunicaciones móviles que utilizamos, entre otros.

Por sus aportes a la teoría de subastas e inventos de nuevos formatos, Wilson, de 83 años, y quien fuera su estudiante y luego su colega, Paul Milgrom, de 72, recibieron el galardón comúnmente conocido como el Premio Nobel de Economía. Sus aportes consisten, en pocas palabras, en mecanismos para que vendedores y compradores tomen las mejores decisiones posibles y que contribuyan a un uso eficiente de los recursos. Por todo lo que puede estar en juego en una subasta (por ejemplo, activos de una nación), “diseñarlas de forma correcta es absolutamente clave”, dijo el presidente del Comité del premio, Peter Fredriksson.

Uno de los mecanismos diseñados por estos investigadores estadounidenses, y que resaltó la Academia, es la estructura de subasta de espectro radioeléctrico (para telecomunicaciones) que desde 1994 ha sido utilizado alrededor del mundo, conocida como subasta de múltiples rondas simultáneas. Según Paula Jaramillo, profesora asociada de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, estos investigadores contribuyeron a diseñar subastas complejas, como las de espectro, en las que una porción de espectro es codiciada en la medida en que se pueda obtener otra u otras porciones.

Para ella, por fin fue reconocido el aporte de estos investigadores, cuyo trabajo ha sido útil para estructurar la asignación de recursos a quienes mejor puedan aprovecharlos, es decir, de la forma más eficiente y a cambio del mayor beneficio posible para el Estado. Como otro ejemplo, expone también el mercado de energía eléctrica, en el que, a partir de la competencia, el objetivo es que el usuario termine pagando la tarifa más económica posible. “Han movido el campo de lo que podemos hacer en la teoría económica, pero también de llevar dicha teoría a la práctica”, señaló Jaramillo.

Fernando López, director regional de Asiet (Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones), explicó: “Tradicionalmente ocurría que no se consideraba o interpretaba la relación que hay entre un bien subastado con otro bien, sino que se veía de forma aislada”. Por ejemplo, las empresas de telecomunicaciones a la hora de pujar tienen en cuenta el espectro con el que ya cuentan para tomar sus decisiones en función de las características del servicio que buscan prestar (mayor cobertura geográfica, mayor velocidad, etc.).

Añade que los aportes de Wilson y Milgrom han sido herramientas para tomar decisiones sobre “lo que es adecuado para mercados específicos con condiciones específicas”, es decir, lo que es óptimo, sin que necesariamente eso sea sinónimo de recaudo, pues el bienestar social y otro tipo de beneficios también deben perseguirse en subastas como las del espectro.

Durante el anuncio, Tommy Andersson, miembro del Comité del premio (que se entrega desde 1968) y experto en el campo, destacó que el trabajo de Wilson y Milgrom ha contribuido al diseño de nuevos formatos y, por ende, a la posibilidad de que los interesados en una puja escojan el mecanismo más adecuado, lo que en últimas es un beneficio para vendedores, compradores, contribuyentes y la sociedad en general.

Milgrom, en entrevista difundida por la organización del Nobel, reconoció que la estructuración de mercados eficientes puede contribuir a afrontar desafíos de la humanidad, como los medioambientales.

Los ganadores, que recibieron la noticia en la madrugada de este lunes, obtendrán más de un US$1 millón como premio. Una de las anécdotas curiosas que dejó la jornada fue que, ante las dificutaldes que tuvo el Comité del premio para contactar a Milgrom con el fin de darle la noticia, Wilson, quien es su vecino, tocó a su puerta en medio de la madrugada para contarle que habían recibido el reconocimiento en memoria de Alfred Nobel.

El secretario general de la Real Academia de las Ciencias de Suecia, Göran K. Hansson, explicó que participarán de una ceremonia virtual, a causa de las restricciones por el coronavirus, y de las celebraciones tradicionales una vez las condiciones lo permitan. Con este premio terminó la temporada de la entrega de los Nobel, que reconoce los aportes significativos en las áreas de medicina, química, física, literatura y paz.

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Fernando(57223)13 de octubre de 2020 - 06:25 p. m.
Oigan. Y estos ganadores de Premios Nobel, si los ponen a estudiar y a analizar como se podría manejar los procesos de Inflación en el Mundo, será que logran estabilizar la cosa y crear un Nuevo Orden Económico Internacional?. Esa vaina de la Inflación siempre la vemos metida en todos los Presupuestos y la vida sigue cara para los trabajadores y para el mismo Estado. Será que lograrán hacer algo?.
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