Paro camionero en Canadá afecta al sector automotor

Las manifestaciones comenzaron por un movimiento de camioneros en contra de las restricciones para mitigar la propagación del Covid-19. Esta ya se ha ramificado a otro tipo de reclamos políticos.

Foto: Bloomberg - David Kawai

El primer ministro de la provincia más grande de Canadá declaró el estado de emergencia y advirtió a los manifestantes que obstruyen el tráfico en un cruce fronterizo clave de EE. UU. y provocan un embotellamiento en la capital de Canadá que se enfrentan a un duro castigo si no se van.

El primer ministro de Ontario, Doug Ford, en una conferencia de prensa el viernes junto con su procurador general, dijo que el gobierno está promulgando nuevos poderes para poner fin al bloqueo, incluida la emisión de multas de hasta C $ 100,000 ($ 78,800) y penas de cárcel.

El Puente Ambassador de Windsor, Ontario a Detroit ha estado cerrado en gran parte desde el lunes por la noche. El conducto transporta alrededor de una cuarta parte del intercambio comercial entre los EE. UU. y Canadá. Los fabricantes de automóviles, incluidos General Motors Co., Ford Motor Co., Stellantis NV y Toyota Motor Corp., se han visto obligados a frenar la producción.

Ford calificó la situación como “un momento crucial para nuestra nación” con los “ojos del mundo” observando cómo Canadá y sus líderes enfrentan el creciente malestar público por las restricciones de Covid-19 y la ocupación del centro de la ciudad capital.

“Lo que están viendo, no es lo que somos”, dijo Ford. “No es así como tratamos de cambiar las cosas aquí en Canadá. Lo hacemos a través de las urnas”.

Los nuevos poderes que anunció Ford son temporales bajo el estado de emergencia, pero dijo que tiene la intención de consagrarlos permanentemente en la legislación. La declaración otorga al gobierno autoridad para cerrar instituciones y negocios, limitar los viajes y confiscar propiedades.

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“También proporcionaremos autoridad adicional para considerar retirar las licencias personales y comerciales de cualquier persona que no cumpla con estas órdenes”, dijo Ford.

CTV News y otros medios de comunicación informaron que los manifestantes acordaron el viernes por la mañana despejar suficiente espacio para que un carril de tráfico viajara de Detroit a Windsor.

Un tribunal provincial escuchará una solicitud de medida cautelar más tarde el viernes que despejaría el puente. Si ese y otros conductos comerciales vitales permanecen cerrados por las protestas, Canadá corre el riesgo de sufrir una contracción económica en el primer trimestre . Los economistas también advierten que las interrupciones prolongadas de la cadena de suministro podrían impulsar aún más la inflación, que ya está en su punto más alto en tres décadas.

La manifestación del puente es una rama de las protestas en Ottawa que comenzaron el 28 de enero como un intento de derogar los mandatos de vacunas y otras restricciones de covid-19. El movimiento se ha convertido en una protesta pública general contra la intrusión del gobierno bajo el mandato del primer ministro Justin Trudeau. Se han llevado a cabo demostraciones de imitación en Nueva Zelanda y Francia, y amenazan con extenderse a los EE. UU. en los próximos días.

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Ford dijo que los manifestantes en Ottawa han tomado la ciudad como “rehén” durante las últimas dos semanas, mientras cientos de semirremolques y otros vehículos pesados siguen bloqueando las calles del centro que conducen a los edificios del parlamento federal.

“Lo llamo asedio porque eso es lo que es”, dijo Ford. “Es una ocupación ilegal. Esto ya no es una protesta. Con una protesta, expresas pacíficamente tu punto de vista y vuelves a casa”.

El contexto de la protesta

Las protestas canadienses que comenzaron defendiendo los derechos de los camioneros se han extendido a manifestaciones antisistema ad hoc en todo el país, cerrando vínculos comerciales cruciales , confundiendo a la policía y dando pistas de que los esfuerzos podrían extenderse .

Hasta el jueves, los bloqueos continuos habían cerrado tres cruces fronterizos entre Estados Unidos y Canadá, incluido el crucial Puente Ambassador entre Detroit y Windsor, responsable de $13,5 millones por hora en actividad económica, según la Cámara de Comercio Regional de Windsor-Essex.

Eso llevó a las plantas automotrices de EE. UU. y Canadá a reducir la producción y los economistas advirtieron que los disturbios podrían dar un poderoso doble golpe a la recuperación de Canadá si continúa, tanto avivando aún más la inflación como minando el crecimiento.

El enfrentamiento, a horas del epicentro en Ottawa, es emblemático de cómo la protesta casi se ha volcado de cabeza. Alguna vez se trató de defender los derechos de los camioneros no vacunados y advertir que los requisitos de vacunación empeorarían una crisis en la cadena de suministro; ahora, el bloqueo del puente Ambassador apunta casi en su totalidad a los camioneros que trabajan mientras altera la cadena de suministro.

Hubo señales de alivio de las tensiones el jueves en Ottawa, cuando algunos camiones se retiraron y el Partido Conservador de Canadá, cuyas principales figuras actuales habían incitado a la protesta, cambió de rumbo y pidió el fin de los bloqueos. Pero el primer ministro Justin Trudeau tiene pocas opciones claras, ya que las demandas de los manifestantes son cada vez mayores e incluyen su destitución del cargo.

Las manifestaciones han tenido poder de permanencia en Canadá en gran parte porque la policía, cautelosa de avivar la violencia, ha dudado en realizar arrestos y despejar los bloqueos. La policía de Ottawa dice que planea intensificar la aplicación pronto, pero hasta ahora hay pocas señales de ello.

Sentimiento antigubernamental

Al principio, el convoy fue impulsado por las normas fronterizas que entraron en vigor a mediados de enero y que exigían que los camioneros que cruzaran la frontera entre Estados Unidos y Canadá fueran vacunados. Pero desde entonces se ha convertido en una fuerza impulsora para provocar una protesta política más amplia.

Muchos de los organizadores originales ya tenían un largo historial de odiar las restricciones de Covid y odiar a Trudeau, quien no ha tenido reparos en hacer campaña sobre los mandatos y requisitos de vacunas. Incitó al convoy en su camino a Ottawa, desestimando a sus participantes como una “minoría marginal” con “puntos de vista inaceptables”. Los manifestantes han adoptado los insultos como una insignia de honor, escribiéndolos en sus camiones y pancartas.

Si bien hay muchos líderes autodenominados en el movimiento, no hay una figura decorativa clara. Canada Unity, un grupo que desempeñó un papel importante en la logística del convoy, promovió un “memorando de entendimiento” que incluía el derrocamiento de Trudeau y la instalación de un gobierno provisional.

A principios de esta semana, Tom Marazzo, un exsoldado canadiense, habló en una conferencia de prensa improvisada junto con los organizadores de la protesta sobre la posibilidad de que el convoy uniera fuerzas con los partidos de oposición de Canadá para formar un nuevo gobierno. (Desde entonces, Marazzo se ha retractado de esta afirmación).

“Odio decirlo: encontraron una debilidad en nuestra democracia y la están explotando”, dijo Stephanie Carvin, profesora asociada en la Universidad Carleton de Ottawa que estudia seguridad y lucha contra el terrorismo.

Los líderes destacados del movimiento tienen vínculos con movimientos antisistema más tradicionales, dijo.

“Estas no son personas que tengan nada que ver con el transporte por carretera”, dijo Carvin, “No están allí por los mandatos; están ahí para hacer el caos”.

‘Arriesgado y significativo’

El convoy original partió de la costa oeste de Canadá el 23 de enero, formando una bola de nieve mientras cruzaba las gélidas praderas canadienses. El alcance no estaba claro y afirmaciones absurdas llenaron el vacío. La ex leyenda del hockey Theoren Fleury declaró en Fox News que 50.000 camiones estaban en camino. Cuando el convoy ingresó a Ontario el 27 de enero, un portavoz de la policía dijo que solo incluía 113 semirremolques y otros 276 vehículos personales, pero para entonces también se habían organizado otros convoyes.

Los camiones comenzaron a llegar a Ottawa un viernes y, para el sábado, cientos circulaban por el centro de la ciudad. La policía de Ottawa estaba preocupada por el convoy, y el jefe Peter Sloly describió las próximas manifestaciones como “únicas, fluidas, arriesgadas y significativas”. Pero parecen haber subestimado a lo que se enfrentaban. Equipos industriales pesados, incluidos remolques de tractores de tamaño completo, camiones de granos e incluso una grúa, fueron conducidos directamente a la calle frente al Parlamento.

Algunos manifestantes se filtraron después del fin de semana, mientras que un elemento duro se atrincheró, incluidos al menos 400 semirremolques y otros vehículos grandes. Construyeron una asombrosa red de infraestructura para mantener abastecida a la protesta. Se trajo un camión cisterna de combustible a un área de preparación para suministrar diesel a los camiones del centro usando bidones. Se erigieron grandes cocinas en tiendas de campaña y se amontonaron montones de leña. Pronto los manifestantes trajeron todo tipo de comodidades: cabinas de DJ, castillos hinchables y saunas portátiles.

Sus demandas también han comenzado a expandirse. Se cerró un esfuerzo de recaudación de fondos a través de GoFundMe, pero surgieron otros. Los líderes del convoy ahora están girando para pedir criptomonedas en un esfuerzo por eludir las restricciones, con las personalidades prominentes de Fox News Tucker Carlson, Sean Hannity y Laura Ingraham animándolos.

Para las aproximadamente 24.000 personas que viven en apartamentos en el centro de Ottawa, la vida se estaba volviendo intolerable mientras los camioneros hacían sonar sus bocinas durante horas y horas. Desde entonces, un juez emitió una orden judicial contra el uso de la bocina, lo que significa que cualquier conductor que continuara haciéndolo se arriesgaba a un cargo penal.

La policía tiene pocas opciones ahora que el campamento está tan establecido. Un problema es la presencia de niños: la policía estima que el 25% de los camiones pesados tienen niños viviendo en los taxis con sus padres.

Ramas con metástasis

A medida que avanzaba la protesta de Ottawa, las protestas derivadas se expandieron por todo el país, incluso más alejadas de la noción inicial de defender a los camioneros. Los autos y autobuses siguen fluyendo en un túnel subterráneo, dejando a los semirremolques como rehenes únicos del cierre.

El puente Ambassador es propiedad de una empresa cuya otra industria importante es, de hecho, el transporte por carretera. El comunicado de la compañía expresó su apoyo a todos los camioneros, pero pidió una reapertura.

“Todos estamos ansiosos por ver una solución al problema”, dijo el jueves Dan Stamper, presidente de Detroit International Bridge Co. En una declaración escrita, el presidente Matt Moroun pidió el fin del bloqueo y planteó varias soluciones posibles, incluida la derogación de los requisitos de vacunas para el transporte transfronterizo, lo que equivaldría a conceder una demanda clave.

Las consecuencias económicas de los cierres prolongados serían sustanciales. Toyota Motor Corp., General Motors Co., Ford Motor Co. y Stellantis NV redujeron los turnos o la producción, ya sea en Michigan u Ontario. La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, pidió que se reabriera el puente, mientras que la policía local advirtió que tenían pocas opciones rápidas.

“Esta es una crisis nacional”, dijo el alcalde de Windsor, Drew Dilkens . “Esperamos no tener que mudarnos. Esperamos que se suban voluntariamente a sus autos y sigan su camino”.

Los cruces fronterizos también se han cerrado en Manitoba y Alberta, provincias que, como Ontario, tienen primeros ministros conservadores que generalmente se han resistido a medidas de cierre demasiado punitivas.

Mientras tanto, las agencias de aplicación de la ley en los EE. UU. se preparan para la posibilidad de una nueva protesta que podría comenzar este fin de semana y continuar hasta marzo, lo que podría incluir una caravana a través del país e interrupciones en las ciudades y las principales rutas de transporte.

Ni Trudeau ni el presidente Joe Biden han dado ninguna pista de que aliviarían los requisitos de vacunación para los camioneros que cruzan la frontera. La asesora de seguridad nacional de Biden, Liz Sherwood-Randall, sostuvo una reunión el miércoles sobre el tema y planeó otra para el jueves. Los funcionarios estadounidenses dicen que están monitoreando protestas similares que se planean en los EE. UU.

En Ottawa, la policía finalmente está comenzando a mostrar sus músculos. El jueves anunciaron que comenzarían a acusar de conducta delictiva a los conductores que permanecieron en el bloqueo, y el jefe de policía dijo que tienen la intención de ir más allá en la ofensiva a medida que lleguen refuerzos desde fuera de la ciudad este fin de semana. Los líderes de la manifestación han advertido a los compañeros manifestantes que el riesgo de violencia está creciendo, según un informe del jueves en The Guardian , citando información no verificada que circula entre el campamento.

Todavía quedan cientos de camiones y los líderes de las protestas están intensificando su retórica. El viernes por la tarde, una mujer frente a un micrófono en el lugar principal de la manifestación comparó su situación con las grandes victorias militares de Canadá. “Esta es nuestra Vimy, nuestra Passchendaele, nuestra Juno Beach”, dijo.