¿Quién es Kristalina Georgieva, la nueva directora del FMI?

La institución que ahora dirige Georgieva es uno de los recursos más importantes para contrarrestar los efectos de una crisis económica a escala global, un escenario que analistas y académicos no descartan en el futuro próximo.

Redacción Economía.
03 de octubre de 2019 - 02:00 a. m.
Kristalina Georgieva es la segunda mujer en dirigir el FMI, después de Christine Lagarde. / AFP
Kristalina Georgieva es la segunda mujer en dirigir el FMI, después de Christine Lagarde. / AFP

Una de las historias más recurrentes alrededor de Kristalina Georgieva, la nueva directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), es que las grandes decisiones que toma van precedidas de una escucha intensa de la Quinta sinfonía de Beethoven, conocida además como la Sinfonía del destino.

Un dato muy apropiado si se tiene en cuenta que el FMI es considerado el banco de la crisis, el último botón de pánico y ayuda antes de que las economías de sus 189 países miembros entren en una espiral de destrucción que suele incluir el no pago de sus obligaciones.

La institución fue una de las partes más activas en controlar los daños de la debacle financiera de 2008 y 2009, que golpeó con sevicia a países como Grecia, España, Irlanda y Portugal en un movimiento que estuvo cerca de llevarse por delante la existencia misma del euro.

El actual resonar de los tambores de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el enorme peso en deuda pública de grandes economías (China a la cabeza) y la situación en Argentina (con el principal paquete de ayuda del FMI) son algunos de los primeros asuntos que deberá atender Georgieva, quien asumió oficialmente su cargo esta semana.

En comunidades de analistas y académicos, estos factores, además de otros, podrían señalar que una recesión a escala global es un asunto tan aterrador como inevitable. Entre muchas otras cosas, esto significaría que los fondos de más de un billón de dólares del FMI podrían ser requeridos para evitar mayores desastres económicos.

Georgieva tiene 66 años y nació en Sofía, capital de Bulgaria. Es la primera directora del FMI que procede de un país que, bajo los estándares de la misma institución, tiene una economía emergente. De los 12 directores que ha tenido el Fondo (incluyéndola), cinco han sido franceses, entre ellos los dos con mayor duración en el cargo.

“Es una persona impresionante, con un gran conocimiento y una disposición para hacer cosas. No rehúye al conflicto. La gente la quiere”, es la descripción de Georgieva que hace Margrethe Vertager, comisaria de Competencia de la Comisión Europea. Las dos trabajaron de cerca en esta institución, pues la nueva directora del FMI ejerció como comisaria de asuntos humanitarios y también dirigió la parte encargada de los presupuestos del bloque. Este último es un asunto pleno en diplomacia y negociación de pequeños detalles en escenarios con grandes presiones de diferentes sectores.

Quienes ven con buenos ojos la entrada de Georgieva al FMI aseguran que este tipo de experiencias son claves en el escenario actual, pues negociar términos y lidiar con personas en situaciones extremas podría servir como una definición informal de las labores del Fondo.

Georgieva parece aportar elementos interesantes a una institución como el FMI, como su especialización en economía relacionada con el medio ambiente: su tesis de doctorado, en 1986, estuvo centrada en el análisis de las políticas ambientales y el crecimiento económico en Estados Unidos, y su primer trabajo en el Banco Mundial, del cual llegó a ser CEO, estuvo centrado en economía ambiental.

La nueva directora también parece ser un empujón más en la dirección del Fondo de tener mayor cercanía y ofrecer más apoyo a las economías emergentes y no solo a los países altamente industrializados.

Kristalina Georgieva se graduó en 1976 de economía política y sociología en el entonces Alto Instituto de Economía Karl Marx, hoy llamado Universidad de Economía Nacional y Mundial.

En un principio, el camino de Georgieva parecía ser la academia: completó su doctorado en 1986 y estuvo vinculada como académica al London School of Economics y el Massachusetts Institute of Technology.

De ahí saltó a la Comisión Europea y su panorama profesional no salió de instituciones multilaterales, que incluyó ser la CEO del Banco Mundial desde enero de 2017. Georgieva incluso llegó a ser considerada para ser secretaria general de las Naciones Unidas.

Si bien los orígenes de Georgieva no son exactamente humildes (incluso bajo los estándares de vida de la Bulgaria comunista), una larga enfermedad de su padre durante sus años de estudio puso a la familia en una dura situación económica.

La ahora directora del FMI recuerda que este escenario la llevó a destacarse en sus estudios, además de conseguir un trabajo en un mercado de Sofía para lograr cierta independencia económica de sus padres y liberarlos de cargas durante la enfermedad del padre.

Sobre esos años duros, la banquera recordó, en declaraciones al Financial Times, que “lo otro que me enseñaron esos días es que entre más dura es la vida, más sonríe uno. En cualquier momento de mi vida cuando he tenido dificultades, así es como he reaccionado”.

Las proyecciones y los miedos alrededor de una crisis económica global lanzan dudas sobre la habilidad del FMI para proteger el sistema de sí mismo. Un comentario en línea puede sintetizar esta situación: “Si yo dirigiera el FMI creo que no tendría muchas razones para sonreír”.

Por Redacción Economía.

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