El Magazín Cultural

Aquí está un poco difícil (Diario de la peste, del escritor Gonçalo Tavares)

Les presentamos la entrada número 24, correspondiente al 15 de abril, del diario que está escribiendo en estos días de cuarentena el portugués Gonçalo Tavares, una de las plumas más reconocidas de su país.

Gonçalo Tavares
17 de abril de 2020 - 11:21 p. m.
Karl Kraus, escritor y periodista austríaco, conocido como ensayista, aforista, dramaturgo y poeta.  / Archivo particular
Karl Kraus, escritor y periodista austríaco, conocido como ensayista, aforista, dramaturgo y poeta. / Archivo particular

15 de abril de 2020

 

Aquí está un poco difícil, escribe una amiga. Anda una dispersa, entre los acontecimientos de fuera, las ollas, la escritura, las obras del vecino y la maternidad. La fascinación anda atarantada. Por eso me pareció mejor no raparme las cejas. Tengo muchas ganas de andar en bicicleta, pero hasta para eso necesito valor.

Francia registra 1,438 víctimas mortales más y los negros estadounidenses tienen miedo de usar cubrebocas porque la policía puede confundirlos con asaltantes y dispararles.

Informe editorial de recomendaciones para periodistas, Brasil (extracto):

"Concéntrese en transmitir información, no análisis.

Cuidado con los títulos que da a las noticias.

Recuerde: no todos los números son exactos.

Hable con el mayor número de personas.

Evite tonos racistas.

No deje de lado los reportajes que no son conmovedores."

Hoy sol y después lluvia y después sol y después lluvia y después sol.

Es difícil saber qué viene antes o después.

Me pongo una camisa decente para ver las noticias.

Una tabla con números, unos vivos, otros muertos.

Otros casi en el campo de los resucitados.

La estadística es muchas veces el modelo de lo que no es conmovedor.

Pero en estos días no.

Cuidado con los títulos que da a las noticias.

Y también: no dejar de lado lo que no es conmovedor.

"Hoteles de lujo comparten recetas para preparar en casa."

"Del hotel Dar El Dadaka, en Marruecos, se puede aprender a preparar una ensalada de naranja con semillas de hinojo."

Estamos hartos de procedimientos, me dicen.

Seis pasos para ponerse el cubrebocas.

Cinco para mantenerse en forma, como si la forma fuera la forma de un jarrón precioso que no debe romperse.

Y cuando se vuelve a casa después de una salida: siete pasos hasta lavarse las manos.

Y lavarse las manos también tiene cinco, seis o siete pasos.

Y si fallas en alguno, mueres o matas.

Si desea leer la entrada anterior de este diario, ingrese acá: Algunos ancianos salen a la calle de manera ostensiva (Diario de la peste, del escritor Gonçalo Tavares)

Nueve pasos más para la preparación en casa de la "cataplana de pescado y mariscos del chef..."

1. Corta las cebollas y los pimientos en julianas y rebana los dientes de ajo.

2. En la cataplana, sofríe el jamón en el aceite de oliva, añade la cebolla, el ajo, los pimientos, el chile malagueta y..."

Son nueve pasos, antes del 5º ya estoy llorando, murmura alguien.

En Colombia, "las modelos eróticas de webcam han reinventado su negocio ante el boom de búsquedas."

Ahora son cada vez más psicólogas, dicen.

Rebecca de Medellín dice que ha sido mucho más solicitada en estos días.

Parece un milagro.

Se desviste "frente a la cámara para internautas de Estados Unidos, Francia e Inglaterra, tres países fuertemente afectados por esta epidemia."

En un video de otro país, un padre toca mal la guitarra para que su bebé se ponga contento.

Mientras peor toca, más se ríe el bebé.

Una vez más, la oración del mártir Tomás.

Además de pedir buen humor, digestión y algo para digerir, dice:

"no permitas que esa cosa que se llama el 'yo' y que siempre tiende a dilatarse, me preocupe demasiado".

Recuerdo esta noticia.

En Vigo, una pareja de viejos con alzhéimer.

Él alemán, ella española.

A él se le olvidó el español.

Y ahora no se entienden. 

Se quedaron sólo con la primera de sus lenguas.

Uno habla, el otro no comprende.

Pero siguen juntos.

Algo deben comprender.

Él, por las noches, toca en la ventana una armónica mientras desde las otras ventanas, a la hora fijada, la gente aplaude a los médicos del país.

Él piensa que el aplauso es para él.

Ella no sé qué entiende.

Tres noticias y un anuncio más o menos en el mismo espacio visual:

"El efecto dominó: la historia de una enfermera, de su marido y de sus 11 hijos, todos con coronavirus."

El FMI condona seis meses de deuda a 25 de los países más pobres.

El presidente ucraniano ofrece 1 millón de dólares a quien desarrolle una vacuna.

Y un anuncio de un nuevo auto. Tarda no sé cuántos segundos en llegar a cien.

Si desea leer una de las entradas de este diario, ingrese acá: Todas las mujeres mexicanas están enamoradas (Diario de la peste, del escritor Gonçalo Tavares)

Y poco después, dos mensajes seguidos de la misma persona:

[15/04, 19:03] Acabo de ver online, en el programa de John Oliver, que los trabajadores de Amazon están obligados a seguir trabajando sin ninguna protección y que todos los bienes esenciales están agotados. Están indignados por tener que trabajar enviando dildos y cosas de ese tipo.

[15/04, 19:04] La única persona con la que comparto la casa se está convirtiendo en un ogro.

Las cosas se están poniendo duras.

"Lamentamos la decisión del presidente de Estados Unidos de ordenar el fin del financiamiento a la OMS", dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Unos dicen que es la ira de la naturaleza.

Pensábamos que todo era nuestro, pero no.

Karl Kraus: "no sólo hay máquinas hay también tempestades".

Se nos olvidaron las tempestades.

 

Traducción: Paula Abramo

Los textos originales de este diario se están publicando en el diario Expresso, de Portugal.

Por Gonçalo Tavares

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