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El Premio Lápiz de Acero: el diseño como protagonista

El galardón regresó después de cuatro años, marcando 25 años de historia de este reconocimiento y 21 galardonados. La más reciente edición se celebró el pasado 9 de noviembre.

Andrea Jaramillo Caro
13 de noviembre de 2023 - 02:19 p. m.
El Premio Lápiz de Acero: el diseño como protagonista
Foto: El Espectador

Cuando el primer Premio Lápiz de Acero se entregó, en 1998, no llevaba ese nombre. El galardón era parte de una revista llamada Proyecto Diseño, un producto editorial que nació en 1995 y que circuló hasta 2014. El diseño, la arquitectura y la innovación, alejados de la decoración, fueron la línea editorial que la marcó.

“En esos finales de los 90 había una recesión en Colombia y era muy difícil vender publicidad. Entonces la revista, buscando caminos para mantenerse en el mercado, hizo una convocatoria que era para un tema, para un artículo, se les pidió a todos los lectores, diseñadores y arquitectos que enviaran lo mejor que hubieran hecho el año anterior”, cuenta Iván Cortés, director general de Lápiz de Acero. La convocatoria tuvo mucha acogida, por lo que la convirtieron en un premio. Al principio se llamó Proyecto Diseño.

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“Los trofeos tenían una forma... era una pieza de acero, que es la que todavía subsiste, que es un cono y media esfera en acero macizo, es una pieza pesada, y la gente empezó el día del evento de premiación a decir esto parece un trompo, parece un lápiz, y ahí se nos ocurrió que el siguiente año había que rebautizar el premio, y para el 99 se convocó a la segunda edición del Premio Lápiz de Acero”. Este premio, junto con la revista, comenzó a crecer y a darles más visibilidad a los diseñadores y arquitectos especializados, “la gente empezó a entender quiénes eran los diseñadores especialistas en diseño gráfico para restaurantes, quiénes eran los que hacían tipografía, quiénes hacían espacio interior, para eso sirvió”.

Con el advenimiento de la tecnología, hacia 2010, el panorama comenzó a ponerse difícil para que la revista siguiera circulando en papel, y tuvo que cerrar en 2014. El premio continuó durante unos años antes de que tuviera que ponerse en pausa. De acuerdo con Cortés, tenían planeado volver hacia 2020, antes de que la pandemia se atravesara en el camino. Para que el premio regresara este año constituyeron la Fundación Lápiz de Acero, y con ella relanzaron la edición 21 del premio.

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Más allá de la visibilidad a los trabajos en diseño que este premio ha dado a sus ganadores, también ha crecido para ampliarse a otras categorías. Mientras que en su primera edición contó con 15 categorías, ahora premian 30 por “la tecnología, pues cada vez hay más especialidades”. Cortés asegura que el premio era, además, una manera de formar redes “el hecho de que se empezaran a ver las caras, digamos especialistas en campos aparentemente disímiles como un joyero y un arquitecto, empezó a generar también unas alianzas y comenzaron a verse cosas como que diseñadores de interiores contrataban a diseñadores gráficos para hacer unos proyectos de espacios interiores, y se empezaron a hacer proyectos interdisciplinarios”.

Un galardón de este tipo se ha convertido en un ícono para la industria del diseño y, para Cortés, la importancia de este campo radica en que “el diseño está relacionado con el compromiso, con la perfección en cuanto a la calidad, es decir, que las cosas estén bien hechas, funcionen, que los usuarios se sientan cómodos utilizando las cosas o leyendo una información o recorriendo un espacio por la señalización”. Además, para Cortés, permite unir distintas metodologías y disciplinas bajo lineamientos éticos que generan productos “democráticos, eso quiere decir diseño de alta calidad para todo el mundo. Pero a veces la gente también relaciona el diseño con lo bonito, con lo que es costoso, pero no necesariamente uno hace un buen diseño costoso. Hay muchos diseños, por ejemplo en empaques, que puede ser de las cosas más económicas que se produzcan, empaques de una calidad increíble donde hay un trabajo detrás de un diseño importante que hace que los productos estén bien empacados, protegidos y se vendan bien. Es un tema de responsabilidad social”.

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Todo esto amparado bajo el panorama en constante desarrollo del diseño, y Colombia ha estado a la altura. Cortés considera que el país siempre ha tenido una buena tradición en diseño y que la tecnología “generó, primero, la posibilidad de especialización, y segundo, la posibilidad de hacer cosas más rápidas y mejores. Por otro lado, mucha gente ha viajado o ha ido a otras partes del mundo. Entonces el diseño colombiano hoy en día es más internacional, está a la par de cualquier otro país del mundo”.

Andrea Jaramillo Caro

Por Andrea Jaramillo Caro

Periodista y gestora editorial de la Pontificia Universidad Javeriana, con énfasis en temas de artes visuales e historia del arte. Se vinculó como practicante en septiembre de 2021 y en enero de 2022 fue contratada como periodista de la sección de Cultura.@Andreajc1406ajaramillo@elespectador.com

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Fernando(17040)13 de noviembre de 2023 - 05:31 p. m.
Todos los premiados presentaron diseños importantes. Creo que no está acorde con el sentido del concurso, presentarlos como "ganadores principales" de acuerdo al gusto de la periodista. Incluya los que quiera, pero no los jerarquice en principales, pues sugiere que los demás tienen el carácter de accesorios.
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