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Gobierno colombiano pide perdón por “genocidio” del caucho

36 años después de la entrega del Resguardo Predio Putumayo, el ministro de las Culturas, en representación del gobierno colombiano, pidió disculpas a comunidades del Amazonas, donde fueron asesinados unos 60.000 indígenas, esclavizados por la industria del caucho entre los siglos XIX y XX.

24 de abril de 2024 - 02:43 p. m.
Indígenas participan en un acto donde el gobierno colombiano pidió perdón a cuatro pueblos indígenas de la Amazonía (Uitotos, Bora, Okaina y Muinane) por la violencia de la que fueron víctimas durante los oscuros años de la fiebre del caucho que puso al borde del exterminio a esas comunidades este martes, en La Chorrera, Amazonas.
Indígenas participan en un acto donde el gobierno colombiano pidió perdón a cuatro pueblos indígenas de la Amazonía (Uitotos, Bora, Okaina y Muinane) por la violencia de la que fueron víctimas durante los oscuros años de la fiebre del caucho que puso al borde del exterminio a esas comunidades este martes, en La Chorrera, Amazonas.
Foto: EFE - Mauricio Dueñas Castañeda

El gobierno colombiano emitió una disculpa oficial el pasado martes 23 de abril a las comunidades indígenas del Amazonas por los horrores sufridos durante el período conocido como la “fiebre del caucho” en los siglos XIX y XX. En una ceremonia que tuvo lugar en la histórica Casa Arana, el ministro de las Culturas, Juan David Correa, reconoció los abusos cometidos contra los pueblos indígenas, incluyendo el asesinato de unos 60.000 indígenas y la esclavitud impuesta por la industria del caucho.

Esta es una iniciativa que viene adelantando el gobierno nacional, encabezada por el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, que busca la reparación de las comunidades indígenas de la Amazonía. El pasado jueves 11 de abril, se dio inicio a la agenda de conmemoración por el centenario de la publicación de La Vorágine, obra emblemática de José Eustasio Rivera, en Mocoa, Putumayo. Durante el evento, el ministro Correa, pidió perdón a las comunidades indígenas de la región por los horrores vividos durante el auge del caucho en el siglo XX, reconociendo la deuda histórica que tiene el país con los pueblos amazónicos. El acto contó con la participación de representantes de diversos pueblos indígenas, así como autoridades locales y nacionales.

En este caso, en la conmemoración de la creación de Resguardo Predio Putumayo, instaurado en 1988, indígenas de diversos pueblos, entre ellos los Uitoto, Bora, Ocaira y Muinane, recibieron a la representación del gobierno con cantos y trajes típicos en una cancha cercana a la hacienda que perteneció a Julio Arana, ubicada en la triple frontera entre Colombia, Brasil y Perú.

El ministro Correa denunció el “horror del caucho” que se vivió en la región, donde nueve pueblos originarios fueron finalmente restituidos en sus tierras por el Estado colombiano durante el gobierno de Virgilio Barco.

El “régimen de terror” asociado con la explotación del caucho se prolongó hasta principios del siglo XX y quedó inmortalizado en la película “El abrazo de la serpiente” de Ciro Guerra. El gobierno colombiano ha calificado estos eventos como un “genocidio” en el Amazonas, marcado por trabajos forzados, torturas, hambrunas y epidemias causadas por las terribles condiciones de vida.

La visita oficial coincide con la agenda cultural en torno al centenario de la publicación de La Vorágine de José Eustasio Rivera, una obra literaria que expone los abusos sufridos por los indígenas durante la fiebre del caucho.

Ángel Cerayitoga, líder de los pueblos indígenas locales, señaló que “Todavía hay muchas cosas que no se han escrito sobre lo que sucedió en el marco de la Casa Arana”.

Julio César Arana, empresario peruano, fue una figura clave en la expansión de la industria del caucho en la región. Su compañía, la Peruvian Amazon Company, financiada por capitales ingleses, operó en lo que hoy son territorios de Perú, Colombia y Ecuador. Los crímenes asociados con la expansión de sus tierras llevaron a Arana a comparecer ante el parlamento británico en 1913, donde admitió parcialmente su responsabilidad tras una investigación liderada por el cónsul de Gran Bretaña en Río de Janeiro, Roger Casament.

“Hoy debemos mirarlos a los ojos y pedirles perdón. La sociedad occidental, los colonos, los empresarios (...) se ensañaron contra ustedes, contra su gente”, dijo el ministro de las Culturas en la simbólica Casa Arana, uno de los principales centros de acopio del caucho en la época.

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Pedro Juan Aristizábal Hoyos(86870)24 de abril de 2024 - 03:36 p. m.
El gobierno del cambio con las comunidades alejadas es generoso y compasivo, estos son valores de la democracia, Bien por Juan David Correa
  • ALBERTO(30619)24 de abril de 2024 - 03:46 p. m.
    Excelente. Por nuestros hermanos originarios toda la solidaridad.
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