Coaliciones a la Presidencia: más dudas que certezas

Las alianzas siguen a la orden del día y cada quien, en la izquierda y la derecha, apuesta por ser el candidato único.

-Redacción Política
18 de enero de 2018 - 03:00 a. m.
(Arriba) La coalición de los exalcaldes: Carlos caicedo, Gustavo Petro y Clara López. (Abajo) Marta Lucía Ramírez es la candidata de Pastrana. Iván Duque, el candidato de Uribe.   / Cortesía
(Arriba) La coalición de los exalcaldes: Carlos caicedo, Gustavo Petro y Clara López. (Abajo) Marta Lucía Ramírez es la candidata de Pastrana. Iván Duque, el candidato de Uribe. / Cortesía

Poco a poco se van decantando las opciones y a nueve días de que se inicie formalmente el pulso presidencial de 2018 (el próximo 27 de enero), al menos en lo que tiene que ver con la inscripción de candidatos porque desde hace rato muchos andan en campaña, ya son sólo 13 los aspirantes, cifra que el 11 de marzo, día de las elecciones a Congreso y de las consultas populares, se va a reducir. ¿La razón? Las coaliciones que hoy se plantean desde la izquierda y la derecha, aunque en esta última son más las incertidumbres que las certezas, y son muchos los que vaticinan un inminente rompimiento de la alianza planteada entre los expresidentes Álvaro Uribe y Andrés Pastrana, implica tener aspirantes únicos que, obligatoriamente, significaría el retiro de alguien.

Hoy son ocho los candidatos avalados por firmas, algunos de ellos, sin embargo, con apoyos de partidos: Germán Vargas Lleras (con adhesión de Cambio Radical), Alejandro Ordóñez, Marta Lucía Ramírez, Carlos Caicedo, Piedad Córdoba, Sergio Fajardo (con respaldo de la Alianza Verde y el Polo Democrático), Gustavo Petro y Juan Carlos Pinzón. Mientras tanto, con aval directo de partidos están Humberto de la Calle (Liberal), Clara López (ASI), Iván Duque (Centro Democrático), Viviane Morales (Somos) y Rodrigo Londoño (Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común-FARC).

Entre estos 13 una coalición ya está consolidada: la de Petro, Caicedo y Clara López, que representan parte del espectro político de la izquierda en el país. A ella ha sido invitado De la Calle. “Nosotros obviamente lo que estamos buscando, luego de escuchar el programa liberal expuesto por Humberto de la Calle, es que sería muy importante que pudiéramos hacer una fuerza común”, dijo López. Invitación que, al menos hasta ahora, no tiene acogida en el candidato liberal. “Escoger el camino de esta segunda alianza pone en riesgo y puede incluso llegar a destruir las perspectivas de esa gran coalición. Aceptarlas terminaría entorpeciendo un propósito más grande”, ha sido su respuesta.

A lo que hace alusión el exnegociador de paz en La Habana es al consenso que ya hicieron Fajardo, Claudia López y Jorge Robledo, que les permitió definir al primero como su candidato único. Para De la Calle lo ideal sería integrar una “coalición enorme”, que involucre a todos los sectores que acompañaron el Sí en el referendo del 2 de octubre de 2016 y que defienden los acuerdos firmados con las Farc en Cuba.

Ahora, en lo que tiene que ver con la mecánica electoral, vale la pena hacer un análisis adicional en torno a la coalición de los exalcaldes, en lo que tiene que ver con la opción de Gustavo Petro, el que mejor marca en las encuestas. No se puede negar que se trata de un líder que genera odios y rencores, y su decisión de medirse en las urnas con Clara López y Caicedo, en una consulta popular y abierta, es un riesgo teniendo en cuenta los resquemores que su nombre genera en ciertos sectores no sólo políticos, sino de la misma sociedad colombiana. Ahí está el espejo de lo que le sucedió a Andrés Felipe Arias, la carta favorita de Uribe en 2010, que fue a consulta en el Partido Conservador contra Noemí Sanín y terminó perdiendo. Luego se supo que muchos de los rivales del exmandatario se movilizaron para atravesársele a Arias.

Y, por supuesto, hay que tener en cuenta otros factores: los votos que alcance la llamada “lista de la decencia”, que apoyan los exalcaldes, en las elecciones de Congreso. ¿Qué pasa si no alcanza el umbral u obtiene un mínimo número de curules? Ello debilitaría la aspiración de quien gane la consulta. Un escenario que podría empeorar en caso de que la coalición de la derecha decida también ir a las urnas para definir su candidato único y su votación no sea sólo superior, que es de esperarse, sino abrumadoramente mayoritaria. O, por qué no, el caso contrario: que la lista obtenga un importante número de congresistas. Crecerían entonces los activos políticos de su candidato.

Una alianza aún en dudas

Pero la voluntad y la definición que ya tuvo un sector de la centro-izquierda la desearían en la coalición de la derecha, en donde ayer lo único que quedó claro es que las tensiones internas podrían terminar por darle fin a lo que se considera como una de las alianzas más sólidas del espectro político colombiano. Todo quedó en evidencia luego de que el exprocurador Ordóñez, desde la Registraduría Nacional, asegurara que la forma de elección del candidato único ya estaba definida: una consulta abierta e interpartidista el 11 de marzo.

Ordóñez aseguró que había hablado “largamente” con el expresidente Uribe y su candidato Iván Duque, y que la conclusión había sido medirse en las urnas. Lo único que faltaba, según Ordóñez, es que Marta Lucía Ramírez se decidiera a participar. Sin embargo, Ramírez se enteró de lo dicho por Ordóñez cuando atendía una entrevista en W Radio. Por supuesto, su reacción tuvo matices entre la sorpresa y la molestia, al señalar que nunca le habían notificado de tal decisión.

Lea: Elección de candidato de la derecha será por consulta: Ordóñez

En pocas palabras, para la exministra, se habían pactado unas reglas de juego y que éstas, a la luz de los hechos, no se habían cumplido. La base de ese acuerdo era que los aspirantes llegaban a la alianza Uribe-Pastrana de la mano de alguno de los dos, en este caso, Duque y Ramírez, respectivamente. De ahí el “reality” del Centro Democrático en el que se eliminaba a un candidato cada semana por medio de una encuesta y el apoyo irrestricto de Pastrana a Ramírez. Así las cosas, Ordóñez, que había llegado de manera solitaria y no obtuvo nunca el apoyo oficial de ninguno de los dos expresidentes, no tendría lugar en la coalición.

El punto al que hoy llegó la coalición de la derecha ya se veía venir. Pastrana ha intentado por todos los medios dejar a Ordóñez por fuera, algo que no se le hacía extraño al exprocurador. De hecho, así quedó en evidencia cuando Pastrana dio por terminado su trabajo en la alianza y llamó sólo a Duque y a Ramírez para que definieran el futuro de la elección del candidato único. Sin embargo, a juzgar por las comunicaciones que enviaba Duque, el uribismo no quería que éste fuera excluido y fue mencionado como destinatario en cada una de las cartas en las que se pedía celeridad para decidir el mecanismo. Lo que siempre llamó la atención fue el silencio del expresidente Uribe, que es quien tiene los votos, ante las decisiones y los mensajes cifrados que enviaba Pastrana.

Habrá que esperar hasta este sábado 20 de enero, fecha de cierre que determinó la alianza, para conocer cuál será el mecanismo de elección, si Ordóñez va a participar como parte de ésta y si Marta Lucía Ramírez, en caso de que quede de segunda en la consulta abierta, acepte ser la fórmula vicepresidencial de quien gane. Hoy, en la coalición de la derecha parece que un final feliz aún está lejos. Además, porque para Ramírez lo sucedido no es más que un “acuerdo politiquero de la misma política de siempre”. “Uno tiene que tener transparencia con las reglas del juego”, reclamó, amenazando incluso con la posibilidad de seguir su camino de manera solitaria.

Por -Redacción Política

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