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En la década del 70 Johnny Hallyday llegó al punto más alto de su carrera. A pesar de ser considerado un icono en su país por las participaciones masivas en festivales locales y por las figuraciones como actor en las producciones más emblemáticas de Francia, su boom máximo lo obtuvo gracias al romance con su colega Sylvie Vartan. Durante quince años la pareja artística fue el eje temático de las revistas faranduleras de Europa y esa exposición exagerada en medios hizo que Hallyday adquiriera un halo especial que solo han tenido las superestrellas.
En ese tiempo era casi imposible conseguir una cita con el cantante, pero no por tener compromisos en estudios de grabación, actuaciones pactadas o por roles primarios en cintas nacionales, sino porque se lo impedía su agenda romántica para mostrarse ante los ojos del planeta como una familia ejemplar y envidiable. Johnny Hallyday y Sylvie Vartan tuvieron un hijo, David, a quien no le quedó más remedio que ser artista y dedicarse a consolidar el apellido en el ámbito de la música.
Cuando la marea del amor bajó, Hallyday retomó su carrera, asumió nuevamente que el centro de las miradas debía estar concentrado en su talento histriónico y vocal, y no en su vida personal. Ingresó otra vez a los estudios de grabación y, aunque su figuración en los medios disminuyó de forma considerable, recuperó el respeto de los cultures del rock quienes lo catalogaban como el Elvis Presley francés.
Con una veintena de discos de platino, más de 400 fechas internacionales, cien millones de ejemplares vendidos y casi medio siglo de actividad sonora, Johnny Hallyday mantiene en vilo a sus seguidores porque el domingo sufrió una complicación en su salud y debió ser internado en la clínica Pointe à Pitre, en la Guadalupe francesa, donde las autoridades médicas conservan el mayor sigilo por disposición familiar. Hasta ahora solo se sabe que llegó allí con un complejo cuadro de taquicardia.
Una de las máximas figuras del mundo artístico galo se encontraba de vacaciones en la isla de Saint Barth y de repente empezó a sentir complicaciones para respirar. Luego su corazón se aceleró y a sus casi 70 años requirió una urgente revisión médica.
El público lo recuerda por sus recientes duetos con la cantante italiana Laura Pausini, una de las pocas incursiones que ha tenido Johnny Hallyday en el mercado internacional. Por ahora su productor Gilbert Coullier asegura que aunque su estado es delicado, tiene esperanzas de que el mundo pueda disfrutar en vida a una estrella que hasta ahora ha sido exclusiva para Europa.